7. Nueva realidad

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Contra todo pronóstico, el gran día finalmente había llegado; la oportunidad de explorar Corea y gozar de libertad, al menos en cierto sentido, estaba delante de mí. Los días previos se arrastraron con lentitud, pero la emoción de enfrentarme a ese momento tan esperado era palpable en el aire.

La palabra 'ansiosa' se quedaba corta para describir el torbellino de emociones. Había revisado mi lista de indispensables más de mil veces, repasando cada artículo con atención. Mi maleta, abierta y cerrada en repetidas ocasiones para asegurarme que nada hiciera falta, y el outfit que tenía preparado desde hacía días, me había mantenido frente al espejo durante horas, contando los minutos con nerviosismo hasta el momento de la partida.

Y ahora, me enfrentaba a la aventura de volar sola por primera vez, abordando una aerolínea comercial, lejos del confort del jet privado de papá, para borrar cualquier lazo directo con nuestra identidad. Sosteniendo mi nuevo pasaporte, con datos y nombre falsos, me maravillaba de su autenticidad. Según este documento, mi nombre era Kim Rose, una ciudadana nacida en Estados Unidos, portadora de una fecha de nacimiento ajena a la real. Mi padre había pensado en cada detalle, dedicando incluso nuestras últimas dos semanas en Tailandia a practicar el nombre 'Rose' para que se sintiera natural. Prácticamente, estaba lista para embarcar en este viaje.

El toque suave en la puerta me sacó de mis pensamientos—Espero no molestar, pero ya es hora de ir al aeropuerto— dijo papá con una sonrisa

—Enseguida bajo—logro decir, intentando ocultar mi emoción

—Bien, Robert y yo te esperamos en la sala. No tardes—dice saliendo de la habitación

Emocionada, me quedé unos segundos viéndome con nerviosismo en el espejo, respirando hondo para reaccionar que ahora esta era mi nueva realidad, arreglando por última vez mi outfit. Luego de unos minutos bajé con rapidez, prácticamente volé escaleras abajo, sin realmente darme cuenta del momento en que mis manos tomaron las maletas. Al llegar, encuentro la mirada cálida de mi padre y Robert.

Papá se acercó a mí y mientras acariciaba con delicadeza mi cabello dijo:—Te pido que no le des muchos problemas a Robert, pórtate bien ¿si? — me ruega

—Tranquilo, no tienes de qué preocuparte. Prometo que me portare de maravilla— Le aseguré; aunque en el fondo sabía que mi curiosidad y ganas de explorar podrían desviarme un poco

—Sabes que te quiero mucho, cuídate ¿sí?— murmura con una voz temblorosa

—Y yo a ti. Prometo cuidarme—dije con una sonrisa—te voy a extrañar. Verás que dos años se pasan volando— intento bromear sabiendo que no hay una fecha definida para mi regreso, bien podrían ser dos años o dos meses. 

—Eso ya lo veremos—dijo con los ojos cristalizados— nos vemos luego—responde antes de darme un beso en la frente y un fuerte abrazo

—No te pongas triste, ¿de acuerdo? —dije con una cálida sonrisa—Eres el mejor padre del mundo. Estoy feliz de que ambos estemos dejando atrás nuestros miedos; verás que esto nos ayudará a los dos—le afirmo dándole un beso en la mejilla antes de dirigirme hacia la puerta junto a Robert.

Ya en el camino hacia la puerta, no pude evitar voltear para regalarle a mi papá una sonrisa llena de agradecimiento, Pude observar cómo contenía las lágrimas y me sonreía con dificultad. En ese momento, al volver mi vista al frente, ya me encontraba frente al auto. Estaba tan emocionada que rápidamente me subí  sin prestar atención a nada, olvidando incluso las maletas afuera. Afortunadamente Robert se ocupó de acomodar el equipaje.

— Bueno señorita... Rose ¿esta lista?—  preguntó subiendo al auto. Asentí, sintiendo cómo el pulso se aceleraba ante la emoción— Bien, vámonos al aeropuerto.

𝓶𝒆𝓳𝓸𝓻𝒆𝓼 𝓺𝓾𝒆 𝓵𝓪𝓼 𝒇𝓵𝓸𝓻𝒆𝓼 🥀 T/N en Boys Over FlowersWhere stories live. Discover now