Odisea | Enzo Pérez

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Enzo | Capítulo: Consejos

14 DE ABRIL, 2020

–¿Y te fuiste? ¿Así, sin decir nada más? –asiento ante el cuestionamiento de Gastón– No entiendo como tenes levante siendo tan gil –comenta ganándose una mala mirada de mi parte.

–A las pibas con las que paso la noche solo les interesa eso, pasar la noche –contesto– y además después poder contarlo como un triunfo histórico –digo irónico.

A decir verdad no es algo que me moleste, cuando me involucro con ellas se lo que quieren así como ellas tienen claro lo que yo quiero. Ninguno busca una relación, ni sentimientos, solo sexo.

–¿Y cual es la diferencia con ella? –pregunta dándome una mirada llena de curiosidad.

–La diferencia es que Génesis es diferente –contesto sin dudar– No quiere solo sexo, busca más y me lo dejó bastante claro –agrego recordando sus palabras. Aquellas que tuve tan presentes en mi cabeza todo el fin de semana y claro, por ende a ella también.

Génesis tiene ese poder sobre mi de generar una clase de intriga mezclada con un innegable deseo que no me gusta admitir. Sus actitudes, sus gestos, toda su manera de ser llama mi atención aunque no lo quiera, ya una vez lo dije, es ese tipo de persona.

Y lo peor de todo es que lo sabe, lo demuestre o no, sabe que tiene mi atención; sino supongo que no se hubiera arriesgado aquella noche.

–Sigo sin ver el problema –dice Gastón– Si los dos están solteros, ¿por qué no? –cuestiona y vuelve a recostarse contra el respaldo de la silla dándole otro sorbo a su cerveza.

–¿Vos escuchaste la parte en la que dije que tiene veintidós años? –pregunto incrédulo, asegurándome de remarcar su edad.

–Son doce años Enzo, a esta edad y en esta sociedad ni se notan –contesta en un ademán, restándole importancia– Ni siquiera tenes la edad como para ser el padre, es un punto a favor –agrega y sonríe.

–Tengo hijos, un divorcio encima, una carrera de la que podría retirarme ya si quisiera y ella apenas empezó la facultad, ¿entendes eso? –cuestiono, escéptico ante sus palabras.

–Decime una cosa amigo, ¿a ella le molesta la diferencia de edad? ¿en algún momento te dijo que le molestara que seas padre? ¿que hayas estado casado? –interroga dejándome sin nada que decir más que negar con la cabeza– ¿Entonces por que buscas tantas excusas? Salí de tu zona de confort, divertite un poco, experimenta más de lo que conociste y viviste con Florencia; y si sale mal, no hay nada que perder, al menos probaste –agrega por último en un ademán, restándole importancia.

Aunque me cueste o no quiera admitirlo, puede que Gastón tenga razón.

–Me tengo que ir pero espero que lo pienses, no te vendría mal algo de compañía –vuelvo mi atención a mi amigo cuando lo escucho hablar. Lo veo levantarse, guardando su celular en el bolsillo delantero de su pantalón.

–Creeme que lo hago –contesto casi en un murmuro, siguiéndolo hasta la puerta. Abre la puerta pero se queda en el mismo lugar, sin salir, por lo que abro un poco más la puerta para ver lo que sea que no le permita hacerlo.

Y lo encuentro.

Génesis.

–Buenas noches –Gastón es el primero en hablar. Ella pasea la mirada entre los dos antes de contestarle.

–Buenas noches –por primera vez me parece ver algo de incomodidad o vergüenza en sus palabras– Perdón, no quería...–

–Yo ya me iba, no te preocupes –le contesta el, adelantándose a sus palabras. Génesis simplemente asiente y se mueve a un costado, dándole espacio para salir.– Estamos hablando –es lo último que me dice, dándome una última sonrisa antes de caminar hasta el ascensor y desaparecer en el interior de este.

Mantengo mis ojos ahí hasta que escucho el sonido de las puertas al cerrarse y vuelvo mi atención a la chica frente a mi. Doy un paso al costado, dándole a entender que puede pasar. Y así lo hace.

–Perdón –se disculpa otra vez, en una mueca culpable– Tendría que haberte avisado o algo pero de verdad necesitaba hablar con vos después de como quedó todo el otro día y en la semana no pude venir y tampoco te crucé en ningún...–

–Génesis, respira –la interrumpo, algo divertido por su manera de actuar y acercándome un poco más dada la distancia que ella había puesto entre los dos.

–Perdón es que –hace una pausa, pasando una de sus manos por su pelo– me emocioné –termina diciendo y yo simplemente asiento, dándole una sonrisa tranquila. Inhala y exhala antes de volver a abrir la boca.– A lo que iba es que me quería disculpar por todo lo que dije, por si parecí muy lanzada y porque claramente malinterpreté tus buenas acciones y actitudes y lo llevé para otro lado. Tampoco quiero que pienses mal de mi. –explica y agrega las mismas palabras que yo usé con ella aquella noche.

Sus ojos me miran expectantes ante una respuesta o alguna reacción, mientras en mi cabeza se repiten una y otra vez las palabras de Gastón.

–No tenés porqué disculparte –finalmente hablo, desviando la mirada hacia abajo unos segundos.

–No, de verdad quiero...–

–Si quiero –es lo que sale de mi boca, haciéndola guardar silencio unos largos segundos. Mientras que yo por dentro intento no arrepentirme de lo que voy a decir.

–¿Si querés? –pregunta confundida– ¿Que querés, Enzo? –insiste.

–Si quiero conocerte –suelto seguro. La expresión de sorpresa en su cara dura unos segundos hasta que una sonrisa se planta en sus labios.– Dejame conocerte más –pido, dando los últimos pasos hasta ella.

N/A

Bueeeeeeeeno, importante la cosa jajajajaja. ¿Que tul el Enzi? ¿Que opinan de la decisión que tomó? ¿Les gustó el capítulo? Un poco cortito pero me parece que tiene lo justo y necesario.

¡Lxs leo!