[Twisted Wonderland-Stories/Oneshots] [Yaoi]

~11

EpelXYuu

[Fuerte]

-¡Esto está delicioso, Epel!- decía Yuu con una sonrisa en su rostro mientras comía de la manzana.

-Me alegra...

Últimamente, Grimm había estado muy hambriento y Yuu no quería que pasara hambre, por lo que le ofrecía gran parte de su comida al pequeño felino, lo que hacía que comiera poco y tuviera hambre. No duró mucho su engaño puesto que Epel lo estuvo notando desde que se empezó a sentar junto a ellos en el almuerzo. Puede tratar de ser muy masculino pero no podría dejar que su amigo pasara hambre, por lo que mientras Grimm estaba en clases extras con Deuce, Epel invitó al supervisor a comer manzanas de su ciudad natal.

-Se ve que no estuviste comiendo bien Yuu-kun, eso no está bien- le dijo con el ceño fruncido.

-No quería que Grimm tuviera hambre, pero realmente me salvaste, eres muy amable- le sonrió.

-Ahm...sí, eso creo...- respondió un poco avergonzado ante el alago.

-No lo creas, es verdad, eres un tierno salvador- le dijo firmemente mientras terminaba de comer y se levantaba.

-¡No soy tierno! Joo...¡Ya verás que seré más alto y fuerte!- le dijo un poco enojado mientras se levantaba a su lado- ¡Ya casi te alcanzo, mira!

Yuu sólo sonrió y le pellizcó la mejilla levemente.

-¡Ay!

-Tampoco soy tan alto...pero sé que puedes esforzarte y lograrlo, creo en tí- le sonrió nuevamente.

Se despidió agradeciendo por la manzana mientras se iba. Epel quedó con la cara roja como manzana, pero no sabía si por lo avergonzado que se sentia o porque el supervisor dijo que confiaba en él.

De alguna forma, una llama de motivación nació dentro de él, queriendo esforzarse.

Y así el entrenamiento arduo de Epel empezó, y solo había un lugar donde podía hacerlo sin peligro a que Vil lo encontrara, y era nada menos que el dormitorio desvencijado.

-¿Quieres entrenarte en el patio del dormitorio?- preguntó el felino con duda.

-¡Sí! ¡Porfavor, Grimm-kun, Yuu-kun!- pedía haciendo reverencia.

-Claro, puedes entrenar lo que gustes, solo ten cuidado de no hacer destrozos- le respondió con amabilidad.

-¡Muchas gracias! ¡Vas a ver que me haré más fuerte y alto!- dijo con gran motivación en sus ojos.

-No te sobreesfuerces, ¿bien?

Fermier asintió, y desde ese día empezó a entrenar por su cuenta su físico y magia, incluso los demás estudiantes de primer año se le unieron, lo que lo hizo más divertido.

Aunque, una tarde, Epel estaba solo en el patio del dormitorio. Llevaba varias horas seguidas ejercitando para ser más alto. Yuu lo veía preocupado desde la ventana mientras la limpiaba. Le había dicho que no se sobreesforzara, pero se veía que no se rendiria fácilmente. Decidió salir a verlo, dejando a Grimm a cargo de la limpieza, mientras Epel agotado insistía en seguir.