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Recuerdo los días después de la pelea, no te hablaba y tú intentabas acercarte. La gente se preguntaba qué había pasado, muchos creían que arreglaríamos todo, pero la verdad era que nunca sería igual.
ATHENEA CAMINA HACIA LA MESA, un avox le sirve en desayuno y aunque quiere agradecerle, no lo hace porque sabe que no debe.
La mesa está sola, ella ha sido la primera en levantarse y no le extraña, ya que es temprano pero necesitaba un momento de tranquilidad antes de que Finnick o Melania llegaran. Sabía que la conversación con Finnick no sería del todo agradable, ya que el dicho; "Después de la tormenta siempre sale el sol", no aplicaba para ellos, siempre después de la tormenta salía —por decirlo de una manera— un rayo. Además sabía que cuando Melania llegara pegaría gritos para que los tributos se levanten.
Pasan unos minutos en los que ella se dedica a desayunar tranquilamente. En menos de lo esperado escucha unos pasos, sabe que es Finnick porque los tributos tardan demasiado en levantarse y las puertas del ascensor nuca sonaron.
Pasa por su lado y se sienta al frente de ella, pronto un avox lo atiende.
Athenea le da un sorbo pequeño a su café y ve cómo él hace una mueca.
No le sorprende y esta lista para lo que viene.
— ¿No puedes tomar sin hacer ruido? —pregunta, el rubio.
—No. —responde, dándole otro sorbo para molestarlo.
Él se limita a rodar los ojos, pero no dice nada.
Escuchan el ascensor abrirse y Melania pasa a su lado, tiene el cabello azul marino y va vestida con un vestido blanco pomposo que tiene algunos detalles azules.
Ella los mira durante unos segundos, esperando que ellos digan algo, sin embargo, no saben exactamente qué es lo que está que la anfitriona espera.
—No sé ni para que me molesto, es obvio que no los han levantado. —dice, antes de dirigirse a la habitación de cada chico.
Cuando los chicos llegan se sientan a desayunar, Finnick y Athenea comparten una mirada, decidiendo si era prudente o no hablar sobre el entretenimiento de inmediato o si deberían esperar.
—Bueno, vayamos de una vez al asunto —habla Finnick, tras unos minutos de silencio—. El entretenimiento.
—Pueden entrenar juntos o separados, si pueden decidirlo de—sin embargo, no logra terminar porque Marina la interrumpe.
