Wait on me || Vughead, Jeronica

🌿Capítulo veintidos.🌿

Espérame,
       sé cómo querer,
       y quiero quererte un poco más.

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El verano había llegado, aquellos meses habían pasado tan rápido.

Retrocediendo, Jughead y Veronica habían asistido al desfile.

Este la observó recoger parte del vestido—Te queda espectacular—aseguró este.

La morocha se acercó a él y le golpeó el mentón hacia arriba con toquecito—Ya, pero cierre la boca que se me babea.—bromeó.

Jughead soltó una risa y le tomó la mano.—¿Vamos?

Estos entraron hacia aquel lugar y fue verdaderamente un éxito para parte de Veronica, y cualquier persona que estuviera ahí, podía ver la mirada de enamorado y orgullo que tenía el chico tatuada.

Si eso no era amor, no había otra cosa que decir.

Ese fue un gran momento, pero así como él la apoyaba, ella estaba para él.

Ese mismo día, Jughead ya había finalizado su libro y había insistido, bastante, con el hecho que Veronica estuviera en la portada; al fin y al cabo,ella era la verdadera protagonista del libro.

—¿Ella tirandose hacia atrás en una silla?—preguntó el fotógrafo.

Jughead lo había pensado bastante. Debía ser una postada que tuviera un valor en la historia, y luego de varios días, lo había decidio.

—Exacto.—aseguró. Tomó aire—¿Ella está en el vestuario?—preguntó buscando a Veronica, la cual ya era su pareja hace más de 6 meses.

Una chica asintió y este caminó, dispuesto a verla. Abrió la puerta y observó como la maquillaban.

—¿Necesitas algo?—preguntó este poniéndose a su lado. Veronica abrió sus ojos para mirarlo y negó.—Podrías ser modelo y las personas te envidiarían.

La morocha lo miró—Prefiero que me envidien por mis trabajos.

—De hecho, tienes bastantes cosas para que las personas te envidien—la halagó. Esta alzó una ceja—Como el tenerme a mi.

—¿Modesto serás?—preguntó divertida.

—Tú padre me ha llamado—soltó este.

—¿Por qué?—preguntó confundida.

—Me invitó a cenar.

Veronica había creado cierta distancia con sus padres, pero lo cierto era que cada vez que se acercaba, terminaba en discusión.

—¿Y por que no me llamó a mi?.

—Porque no es para que tú vayas.

Esta abrió sus ojos, pero no se podía mover porque la seguían maquillando—¿Tú solo con mi padre?.

—Te aseguro que será en un lugar donde no pueda asesinarme.

—¿Irás?.

Este se encogió de hombros—Pues, pidó hasta por favor.

—Él nunca pide por favor.

—¿Eso me asusta o tranquliza?

—Listo—soltó la mujer.

Veronica se levantó y miró a Jughead—No caigas en los juegos de mi padre—soltó para caminar fuera del camerino.

Foto tras foto, Jughead veía tras los flashes, cruzado de brazos, admirándola.