capítulo 37: La Carta.

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Mina:

Mis dedos titubean mientras sostengo la dichosa carta.

¡Debería romperla, tirarla y asegurarme de quemar sus restos!
Christofer no se merece más de mí por Imbécil. Pero el que sea un imbécil que me lastimó a conciencia no cambia el hecho de que soy una adolescente herida y ansiosa que está en un gran momento de mierda.

Pero ¡Dios! Aunque sé que lo que le hice se lo tiene bien ganado por idiota y que ya deberia de intentar seguir, y a pesar de que el poco orgullo que queda a penas vivo dentro de mi me pide que no lo haga, enderezo la hoja de papel y comienzo a leer la impecable letra apresurada e inconfundiblemente masculina del imbécil.

Preciosa mía:

El comienzo de la carta hace que me plantee si necesito seguir leyéndola ¡Será cara dura! ¿Ahora se acuerda de que soy su preciosa? ¿Qué diablos le pasa?

Sé que en estos momentos estarás enojada y confundida por lo que estoy haciendo. Probablemente realmente tengas ganas de destrozarme las pelotas

La rabia me recorre las venas viajando por mi cuerpo entero ¿me está tomando el pelo?

pero es hora de que sepas que todo lo que hago tiene un motivo muy valido para mí: Cuidarte, pequeña.
Hace unas semanas, el mismo día en el que te dejé en tu casa por última vez, mi abogado se contactó conmigo, lo sabes, la prensa estaba volviéndose loca con las dichosas fotografías, estaban sacando conclusiones, atando cabos y si no le ponía un alto a todo esto ellos no tardarían en encontrar la manera de descubrir quien eres.
Mi abogado me dio dos soluciones posibles al problema: dejarte o mentir.
Esa misma tarde comencé a preparar la farza de mi relación con Paula.

Me quedo en blanco.

Paula es mi amiga, lo sabes, y no está enterada de nada de esto. Aunque entiendo que estarás muy molesta, te agradecería que no intentras hacer que se entere, me gustaría hacerlo yo a su debido tiempo, de manera sutil, no quiero lastimarla.
Te extraño, y aunque te pedí que confiaras en mí sé que necesitas al fin saber porque estoy haciendo esto, pero también sé que entenderás que protegerte a tí, a tu imagen y mantenerte segura es muy importante para mi y que si te contaba antes lo que planeaba hacer sé que jamás me lo hubieses permitido por muy necesario que fuera.

Inevitablemente una de mis lágrimas se estrella sobre el papel.
Dios, Christofer.

Sólo espero que puedas entenderlo ahora que ya está hecho, necesito que me des sólo unos días más. Pronto acabará todo, cariño, confía en mí.
Te amo con locura, mi vida, te pido que confíes en que sé lo que hago.

PD:Y por favor, Estate quieta y alejate de ese maldito profesor, si? te extraño y te amo mi amor.

Quédate Conmigo, pequeñaWhere stories live. Discover now