Capítulo 32: El Futuro No Resulto Ser Tan Solitario

688 57 23
                                    

Coraline veía el espejo frente a ella, aquel espejo que daba directamente al pasillo principal de su casa, aquel donde había encontrado a los niños fantasmas, el reflejo que se le mostraba no era el suyo sino el de una mujer que limpiaba con desespero la sangre del piso de madera, veía como wybie y Mel sacaban aquel sillón y observo como Mel había regresado sola...había estado caminando de un lado a otro con una gran soga en sus manos. Coraline sabía lo que pasaba por la mente de su madre, al conocía lo suficientemente bien para saber lo que estaba por pasar

- ¿puedes ayudarla? - pregunto Coraline a alexander el cual se hallaba parado atrás de ella

-claro- contesto alexander echándose a correr en dirección al poso

La puerta secreta estaba abierta de su lado, pero del lado del mundo real se hallaba por completo cerrada, no había forma que ella pudiera salir por sus propios medios, el tiempo en ese mundo era diferente, aquel lienzo en blanco finalmente había tomado la forma que ella deseaba, el palacio rosa era el mismo que la otra madre había creado, el jardín estaba lleno de tulipanes rojos, terrier escoceses corrían por todos lados al igual que lindos ratones saltarines, pero a diferencia del mundo de la Beldam ella aun no podía conseguir hacer los títeres o muñecos...no había nadie con quien hablar, salvo alexander.

-me parece que este lugar estará bastante solitario por un tiempo- dijo Coraline en voz alta sintiendo como un aire helado emanaba desde atrás

Con un movimiento de su mano el reflejo del espejo cambio ahora podía verse una joven de cabellos azules, y unos ojos de botón color negro, aun no se acostumbraba en absoluto y muy en el fondo de su alma sentía que nunca se acostumbraría...no por el momento

Sabía que alexander salvaría a su madre, la haría desistir de esa absurda idea de quitarse la vida, Mel no lo entendía y probablemente jamás entendería que su vida sin ella sería mejor, ahora se sentía sola, pero aún estaban wybie, las señoritas spink y forcible e incluso el señor bobinsky, ellos le ayudarían a que su vida no fuera tan solitaria

***

Los años pasaron y como es común el tiempo paso, los inviernos fueron duros y los veranos fueron intensos, Mel se había mudado dejando para siempre el palacio rosa y a Coraline. Wybie no había vuelto a pisar la casa...ni siquiera las señoritas spink y forcible se habían atrevido a adentrarse a aquel lugar vacío. De vez en cuando bajaba las escaleras y caminaba hacia el espejo al final del corredor, con sus dedos tocaba con suavidad los botones que estaba en el lugar en donde sus ojos alguna vez estuvieron, podía ver su reflejo, aún mantenía la misma apariencia de siempre no había nada diferentes (salvo esos negros botones), el reflejo solo le mostraba a una Coraline triste y solitaria...aunque eso cambiaba a algunas veces

El reflejo mostro la silueta alta de un joven de ojos azules y orejas de gato el cual le sonreía con amabilidad...ya habían pasado tres años, desde que esos botones habían sido cocidos en sus ojos, tres años donde lloro frente a ese mismo espejo al ver a su madre partir sin siquiera mirar atrás, tres años rogando a quien la escuchara que un día viera por aquel espejo y que su madre estuviera limpiando la casa...pero nada pasaba solo veía como el polvo se acumulaba.

-no estás sola Coraline- dijo alexander intentando darle ánimos- créeme, te acostumbraras dentro de poco

-quiero ver a mi mamá- dijo Coraline con la voz apagada-realmente me gustaría verla

-ya sabes hacer los muñecos- dijo alexander dejando salir un suspiro triste- podemos darle la apariencia de wybie y la de Charlie y la de Mel

Pero Coraline solo bajo la mirada, estaba triste, ella no quería a esos muñecos, quería poder abrazar a su madre, sentir un abrazo cálido...pero eso no era posible eso lo sabía...y aun sabiendo eso le dolía aún mas

coraline 2: el misterio de la otra madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora