— ¿Qué? No hace falta.

—No soy tonto. Dame tu teléfono —exigió. De mala leche, lo saqué del bolsillo trasero de mi vaquero y me acerqué para dejarlo con rabia en su mano abierta.

—Gracias por hacerme la vida imposible, papá. Muchas gracias —mrmuré entre dientes antes de subir casi corriendo y dar un portazo al entrar en la habitación.

¿Y ahora qué iba a hacer?

— ¿Puedo pasar, tortuguita? —mi hermano asomó la cabeza por la puerta de mi habitación tras llamar con un golpe de nudillos.

—Sí, anda —dije con pesar, dejándome caer boca arriba sobre la cama.

— ¿Tan mal ha ido?

—Mal no, ha sido horrible.

—No he querido bajar porque ya sabes... Iba a empezar con el tema de siempre y creo que esta vez hubiera terminado largándome de esta casa.

—Lo sé, no importa. No te preocupes. Era algo que tenía que hacer yo sola —suspiré—. ¿Puedes dejarme tu teléfono, Dani? Me ha quitado el móvil y tengo toque de queda, además de haberme prohibido que vea a Louis. Me ha amenazado con mandarme al extranjero a estudiar —expliqué.

—Toma —me lo tendió después de sacarlo de su bolsillo.

—Gracias.

—Te dejo sola para que hables con él tranquilamente.

—No, no hace falta —dije mientras llevaba el teléfono a mi oreja. Sonaron cuatro tonos y no lo cogía. Volví a llamar dos veces más pero sin éxito—.Voy a dejarle un mensaje de WhatsApp y aviso a Eli, tengo que contarles lo que ha pasado.

—Lo que necesites, tortuguita.

"Lou, soy Amy. Mi padre me ha quitado el móvil, voy a avisar a las chicas para quedar con ellas, necesito tomar aire y desahogarme. Ya te daré los detalles cuando nos veamos. Te quiero."

Tras pulsar a la tecla de enviar, busqué el número de Eli. Ella sí que respondió.

—Hola Dani —saludó feliz al otro lado.

—Mec: error. Soy yo.

— ¿Qué haces con el móvil de tu hermano?

—Larga historia. Necesito que me hagas un favor, Eli.

—Dime.

—No sé si habrás visto las revistas pero nos han pillado —solté, recibiendo por parte de mi amiga una exclamación de sorpresa—. Te puedes imaginar la que me ha caído en casa... Me he quedado sin móvil por una buena temporada y quería quedar con vosotras si estáis disponibles, lo que menos me apetece ahora es estar en mi casa.

—Sí, sí, claro. ¿Por qué no te vienes al apartamento de Ron?

— ¡También es tuyo! —escuché a Ronnie gritar y reí levemente.

—Genial. Me cambio y voy para allá.

—Vale. Yo mientras avisaré a Gin y Lucy.

—Gracias, Eli.

Me despedí de ella y le devolví el teléfono a mi hermano. Se ofreció a acompañarme ya que él iba a salir a ver a Josh. Acepté su oferta y me dejó sola por si quería cambiarme de ropa. Me quité lo que llevaba puesto y lo cambié por unos vaqueros oscuros que acompañé con una camisa a cuadros rosa y blanca. Me calcé mis botas, me puse el abrigo y cogí algo de dinero por si a la vuelta quería coger un taxi en vez del transporte público.

—Estoy lista —le dije a mi hermano, entrando en su habitación.

—Pues vámonos.

— ¿Dónde te crees que vas? —esa era la voz de mi padre.

Our Little Secret #BEAwards2016 #GBAwards2016Kde žijí příběhy. Začni objevovat