Uno de los ataques del villano le habían parado el corazon, además de otros daños, hasta que Izuku inquebrantablemente le había hecho volver a latir con sus compresiones, pero pese a volver, su salud era delicada y tenía fallos cardíacos muy a menudo.

Izuku le acariciaba el cabello y sonreía tiernamente, lo veía directamente a sus ojos verdes, entonces la tormenta en su interior se calmaba. Se volvió dócil, como con ninguna otra persona.

Izuku era mucho más que el enfermero valiente que por sobre su agresividad e insultos, estaba ahí sin fallar un solo día. Jugaban a las damas chinas e incluso le facilitaba cosas que no alterarían su salud.

Izuku había vuelto a ser ese amigo de la infancia que el destino llevó por un camino diferente. 

Rápidamente se encontró pensando en él muy a menudo, incluso lo celaba internamente cuando debía irse y ocuparse de otros pacientes. De un tiempo para acá se había dado cuenta que lo amaba, por su simple y sincera manera de ser, en especial con él.

Estaba total y completamente enamorado de Izuku, aunque eso luego fue un venidero problema y todo por su propia y egoísta culpa.

-Entonces ahora prefieres tener una enfermera-la voz de Izuku sonaba serena-¿Porque lo haz hecho de esta forma, tan...? Tan repentina-se mantuvo firme en su mirada, le gustaba la valentía de Deku.

Katsuki se reservó algún comentario.

Pensó muy bien antes de responder.

-No quiero pasar mis últimos años viendo a un Deku en mi habitación...-Izuku frunció el ceño, estaba claro para Katsuki que no iba a creerle. Como si pudiera leer su mente y saber que ese no era el problema, que habia algo mas profundo.

Izuku se mantuvo en silencio, se mordió el labio inferior y dio media vuelta marchándose.

Llevaban un año compartiendo momentos, un año de volver a conocerse y recordar su infancia juntos, antes que la vida los separará y marcará caminos diferentes.

Y fue aquella la primera noche que, en medio del silencio se encontró la primera rosa.

Era como media noche y se escuchaba el ruido de las máquinas que controlaban sus signos vitales, aun respiraba por su cuenta pero a menudo su corazón fallaba.

No lo vio sino hasta la mañana siguiente, fue evidente que alguien se había colado a su habitación y dejó un florero sobre la mesita de luz, con una hermosa rosa roja en su interior, flotando en agua cristalina como si bailara en esta.

No pudo evitar sonreír en medio de la intriga.

Las siguientes noches se envolvieron en esa bella rutina. Por alguna motivo le daba alegría y paz ese detalle, sin embargo por otro lado sentía melancolía al no poder evitar pensar en Izuku y por el otro sentía que lo tenía mucho más cerca de lo que pensaba.

-Así que eras tu...-Izuku dio un salto, ya no pudo escapar al final de la semana.

Katsuki aunque no debía, estaba de pie y acababa de atraparlo.

-Kacchan... yo, crei que podria estar... cerca de ti de esta forma, nos separaste y yo...

Se miraron a los ojos, el verde esmeralda y profundo de Izuku, con los rojos y ojerosos pero refulgentes de Katsuki.

Verlo, ver la rosa significaba una esperanza. Pese a todo lo que hizo para mantenerlo alejado de una vida que probablemente acabaría al día siguiente sin aviso, Katsuki se rindió. Soltó a Izuku y le acarició la mejilla. Izuku se sonrojo, Katsuki sólo entonces dio el primer paso y le transfirió todos sus sentimientos, besándolo suavemente con sus labios resecos.

Rosa De Media Noche (KatsuDeku)Where stories live. Discover now