Cap 5. Tierra de fuego

266 30 29
                                    

POV NARRADOR

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

POV NARRADOR

-¿Estas bien?- Adele respiró profundo abrazándose más a la capa de aquel que la había dejado varios días atrás.

Suspiró profundo y asintió sin dejar de ver la muralla.

-Él no va a volver- le murmuró Marla haciendo negar a la chica

-Hasta que deje de respirar, seguiré esperando por él...- aseguró Adele a su hermana –no espero que lo comprendas... pero tampoco esperes que me rinda-

-Adele...- no pudo continuar cuando la mayor de sus hermanas tomó rumbo hacia el centro del pueblo.

***

-¿Señor?- preguntó Callum al callado príncipe que pasaba su tarde viendo el anochecer nacer del límite del océano

-El clima descendiendo cada vez más- Callum asintió –estamos cerca...-

-Estamos en el límite señor, después de ese islote, ya son tierras desconocidas- Axe respiró profundo y tragó saliva -¿Qué haremos entonces?-

-Primero, buscaremos donde atracar, después... ya pensaremos-

-Suena como un magnifico plan- se burló Callum tallando sus manos mientras el vapor de su boca se escapaba rebelde de él.

-O el peor de todos- Callum dejó escapar una sonrisa aceptando aquella premisa.

-Mira eso...- le murmuró señalando el cielo al frente.

-Woa...-

Bajo una de las lunas más hermosas que jamás haya visto, un mar turquesa reflejaba a las rebeldes estrellas que encantadas alumbraban el anochecer de aquel lugar. Montañas cargadas de una vegetación nevada les daba la bienvenida a uno de los lugares más hermosos y misteriosos del mundo, las olas se movían más intensas, más fuertes y más armónicas que cualquiera de los mares que el chico hubiese navegado. Y en el cielo, a lo lejos, luces azules y verdes jugueteaban regalándoles un festín de auroras boreales.

-Los antiguos valientes que cruzaban estos mares solían llamar a este lado del mundo Brann Land...- los interrumpió uno de los viejos marineros.

-Tierra de fuego...- murmuró Axe, el hombre asintió.

-Nadie que haya cruzado, ha regresado de aquí- completó Callum

-Entonces, seremos uno más de la lista, o los primeros en salir...- ordenó Axe –no atracaremos de noche, bajen velas, descansen y al amanecer, buscaremos en donde parar- ambos hombres asintieron obedeciendo aquella orden.

Axe bajó al establo improvisado en donde tranquilo lo esperaba aquel caballo marrón.

-Supongo que debo nombrarte...- murmuró Axe acariciándolo –veamos, definitivamente eres valiente, rebelde... y listo, Sombra- el caballo relincho molesto –bien, ese no te agrada... ¿Qué tal Titán?- mismo sonido del caballo – ¿Lars?¿Olav?¿Thor?... agg- suspiró el chico rendido –"sin nombre"- concluyó limpiando la silla con la que el caballo había llegado a él -¿Sleipnir?...- el caballo entonces movió su cabeza hacia abajo en modo de aprobación -¿Te llamas Sleipnir?... bieeeen- respondió inseguro el chico acomodando la silla limpia en su lugar –no soy quien para juzgar nombres raros- terminó por burlarse el chico. Lo acarició una vez más en forma de despedida –descansa amigo... mañana nos espera un día interesante-

La noche en aquella embarcación fue tranquila, aunque la mayoría de los marineros poco pudo dormir, esperaban expectantes el día siguiente.

Cuando el sol salió, las velas se abrían y comenzaban a navegar con el aire dispuestos a guiarlos.

No se encontraban con mas que pequeños islotes en donde claramente no había gente, no tenían tiempo para turismo, estaban entregados a una misión, encontrar a alguien que les dijera quien era Hueso de Cuervo.

Durante toda la mañana navegaron, casi 100 millas marinas habían recorrido desde Stamford Brige, quizá era poco en distancia, pero parecían estar en un mundo completamente desconocido.

-Duda existencial...- le murmuró Axe a Callum -¿Por qué le llaman "Tierra de fuego" si literalmente estoy a punto de morir por hipotermia?-

-Supongo que ellos nos lo dirán- respondió señalando al frente, líneas de humo se alcanzaban a divisar a lo lejos, era justo lo que buscaban, una señal de vida humana, como una hoguera encendida.

Solo un par de horas le tomó al navío llegar ahí, conforme se acercaban una montaña con formas extrañas se asomaba hacia ellos.

Dos antorchas permanecían encendidas, eran esculturas perfectamente talladas en dos pilares de roca con la forma de un hombre sosteniendo un escudo y una espada y un casco con cuernos.

Solo un par de casas de madera con formas extrañas para los cuadrados nativos de Esberg con pequeñas ventas y chimeneas funcionando en el día.

-¿Señor?-

-Que sepan que no somos enemigos- les ordenó yendo hacia la pequeña lancha con la que se acercarían a la costa

-Permítame a mi ir primero- le pidió Callum

-Si son hostiles, estamos muertos de todos modos... si no regreso al caer el sol, váyanse...- le ordenó el chico –y entrégale esto a Adele por mí- le ordenó entregándole un pequeño papel. Su fiel compañero asintió.

Axe respiró profundo y poco a poco las amarras de la lancha lo bajaron hasta llegar al mar y comenzó a remar.

Poco le tomó llegar a la costa, en donde hombres enormes, con barbas largas y trenzadas, vestidos con metal y enfundados con hachas esperaban al invasor de sus tierras.

-Vikingos- murmuró el chico aceptando estar nervioso por aquel encuentro, sin embargo, se dio valor y continuó remando hacia ahí.

Cuando la lancha no pudo moverse más por la arena bajo de ella, bajó lentamente mientras aquellos hombres se le acercaban atentos. Axe bajó con las manos en alto tomando su espada y tirándola lejos.

-¿Quién eres?- preguntó el mayor de ellos confrontándolo directamente.

Axe tragó saliva y se dispuso a hablar.

***

-Cierren las compuertas-

Escuchaba Adele a lo lejos mientras un grupo de soldados salían de las murallas de seguridad, continuando con su trabajo, la chica remendaba las viejas y rotas ropas de sus hermanas, suspiraba casualmente cuando miraba a la ventana, y no podía ver más que una muralla cubriéndoles el propio sol.

Hacia tanto que no visitaba la casa de sus ahora difuntos padres, ya ni siquiera sabía si estaba en pie.

Sus hermanas eran todo lo que le quedaba en ese lugar, pero su corazón, seguía pensando y añorando a aquel que estaba afuera luchando por la libertad de todos, al menos eso le gustaba pensar.

Un miedo ligero se apoderó de ella, ¿y si había decidido escapar sin ella?, negó a si misma mirando su capa, él no lo haría.

Un toquido en su puerta llamó su atención, se levantó y abrió encontrándose con la mano derecha del rey.

-Su majestad solicita su presencia- Adele frunció el ceño y asintió ¿para que un rey solicitaría su presencia?

***

Callum miraba atento y lo que su mirada le permitía detectar, el sol poco a poco desaparecía y no había una señal de Axe.

-Ahí- escuchó a lo lejos, un hombre con una antorcha movía de lado a lado aquel artefacto tratando de llamar su atención.

Tras de él, Axe asintió...

-Prepárense para atracar- ordenó Callum.

***

El jefe de aquel lugar había escuchado atento el relato del chico, su piel se erizo cuando escuchó sobre Hueso de Cuervo, incluso a un valiente hombre como él aquel nombre le causaba temor y pesar.

-La noche se apodera de nosotros- murmuró Claudius, jefe de aquella isla –hora de refugiarnos-

-¿Refugiarse? ¿De qué?- peguntó el chico curioso mientras era escoltado a una de las improvisadas cabañas

-Del fuego...- 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 28, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cien MillasWhere stories live. Discover now