Capitulo 15

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Muchos estaban susurrando alrededor del Lord esa mañana, más de un estudiante se removió inquieto, Rabastan Lestrange se removió con ellos.

Lord Voldemort no estaba haciendo algo "precisamente mal" no los estaba instigando o mirando, y ese era exactamente el problema. ¡El Lord solo estaba allí parado! Con su aura distante, y su eterna elegancia. Para la mayoria de la gente esto seria considerado un regalo, sobre todo si se tenia en cuenta la paliza que habían recibido el día anterior.

Pero... Pero era el hecho, de que esta "quietud" del Lord traia consigo la promesa de un tormentoso desastre, y si le preguntaban a estos testigos un ¿Porqué piensas eso?

Ellos simplemente responderían: Por sus ojos.

Sus ojos, los ojos de Lord Voldemort estaban inusualmente claros, claros hasta el punto de inquietar si mirabas demasiado, ellos podían decirlo con total seguridad, esos eran los ojos de un depredador que iba por su presa.

Los jóvenes subordinados solo podían rogar en sus corazones no ser el blanco del resentimiento de este maestro suyo.

¿Pero quien más podría ser? Era obvio que ese día no saldrían vivos de ahí. Que el Lord solo estaba "calmado" por el momento. La calma antes de la tormenta.

Pero entonces, como si alguien les hubiera escuchado, las puertas del salón de duelo fueron abiertas.

Y un ángel apareció.

La figura de un ridiculamente hermoso jovencito hizo aparición. Los rasgos del chico por si solos eran encantadores, con rostro de marfil, de cejas lisas, ojos brillantes y labios ligeramente curvados hacia arriba.

— Buenos días.

—¿Rigel?— Rabastan miro inquisidor a su sobrino, sin embargo, la atención de este paso al segundo invitado, y una visible palidez baño su semblantes - Ahm... ¿Qué los trae por aquí?

— Tio —Rigel sonrió perezoso en su dirección, y estuvo apunto de decir algo ingenioso, pero entonces su mirada se topo con la del Lord. — Oh, Buenos dias Mi lord.

El mago en cuestión solo asintió en su dirección, pero a pesar de no haber dicho palabra alguna, la atención del Lord ya había sido completamente robada, era tan vergonzosamente obvio que más de uno no pudo contener el deseo de apartar la mirada.

— En realidad — Rigel volvió su atención a Rabastan— Tom y yo fuimos invitados a su entrenamiento por el día de hoy.

— Eso es correcto — Un descarado Tom envolvió un confiansudo abrazo en el menor de los Lestrange — El Lord lo aprobó.

—¿Es eso así? — Rabastan tanteo el terreno, por fin entendía todo —Si son los deseos del Lord, no veo problema en ello.

—Si.

—Jóvenes — Esta vez Rabastan se dirigió a todos en el salón - Estos son Rigel Lestrange y Tom Pervell estarán acompañadonos este día.

Muchos asintieron en silenciosa comprensión, pero entonces, como si de alguna señal se tratase, la voz del Lord se escucho, sus palabras cortando cual trueno en día soleado.

—Ahora que estamos todos, empecemos el entrenamiento.

—¿Qué haremos el día de hoy?— Se atrevió a preguntar uno.

La sonrisa del Lord fue dulce, he hizo que más de uno retuviera el aliento. El Lord comento.

— Trabajaremos en su resistencia — El Slytherin dio un paso gallardamente hacia un lado — Les enseñare algunas técnicas dolorosas, pero no se preocupen... No los matara.

Puntos Exactos (Tomarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora