El Sistema De Reencarnación Perpetua

Capítulo 24: Borrón y cuenta nueva, ¿es posible? ¡Lo es!

—Lo lamento. Abrazarte no es rebajarme, estaba tan avergonzado por admitirlo, que terminé diciendo algo que no sentía. No quiero que te vayas, Xiao Xiao. Al pasar del mundo antiguo a este, tú cuidaste de mí. Eres mi único amigo, constántemente te trato mal y soy tiránico, no te mereces que sea así.

Xiao Xiao secó sus lágrimas, y sonrió.

—No es que controle esa parte de usted. Estoy acostumbrado.

—Lo haré. Xiao Xiao es muy bueno conmigo, debo de corresponderle de la misma manera.

—Anfitrión... Piensa demasiado mal de usted mismo, ¿no cree? —Hui Ying quedó perplejo, segundos después, estalló en carcajadas.

—No es la primera vez que me lo dicen, pero no es común que lo hagan. Mi padre... Solía decírmelo. —una vez más, al mencionar a su padre, divagó en sus recuerdos, Xiao Xiao lo notó.

—Anfitrión, no niegue quién es, creo que, cada parte de usted es perfecta.

—Debes de estar muy decepcionado de que tu "tiránico" anfitrión se comporte así.—
Xiao Xiao dibujó una sonrisa que no era una sonrisa en su rostro.

—¿Podría dejar de insultarse así mismo? No estoy decepcionado... Si me permite ser sincero, me hace feliz ver un lado más humano de usted, más del que aparentó en el primer mundo, ya no es tan distante.

—Tampoco intimidante.—replicó.

—¿Es que le gusta intimidarme?

—Es divertido hacerlo. —admitió.

—Usted... Aún diciéndome eso cuando me sigue abrazando, ¿no le duele la consciencia por molestar a un sistema indefenso?

—Mi sistema es el número uno, ¿por dónde es indefenso? ¿Dónde pierde contra mí?

—Tengo que escucharlo.

Hui Ying suspiró.

—Teniendo en cuenta tus habilidades, no estás obligado a ser bueno conmigo.

El sistema puso los ojos en blanco, de hecho, cierto hombre lo obligaba.

—Lo estaba, ya no. En este momento, no lo cuido por obligación.

—¿Uhm?

—Aprendí a querer a mi tosco anfitrión. —Hui Ying lo miró con un par de ojos abiertos, viéndose como un gato aturdido.

—Es así... —Sonrió suavemente. —Gracias por cuidar de mí, Xiao Xiao.

Hui Ying intentó incorporarse, y gimió del dolor.

—¡¿Qué mierda?! ¡¿Por qué chingadísima verga madre ando tan adolorido?! —El sistema lo recostó en la cama, y masajeó sus piernas.

—Usó energía espíritual, ¿esperaba salir ileso?

—Pues... No esperaba tener el cuerpo entumido. ¡Ittai! ¡Mierda, más suave!

—En una escala de dolor, ¿cuánto duele?

—En el nivel chingo a mi madre por pendejo.

El sistema tuvo un ligero tic en el ojo izquierdo.

—Si tiene tiempo de bromear, significa que está bien. —Por joder, el sistema estiró las piernas de Hui Ying, haciéndolo gritar.

—¡Nivel me muero, nivel me muero! ¡Me duele como un infierno, maldito sistema! —lloró.

Xiao Xiao fue más amable, sonriendo satisfecho. Un anfitrión sádico que no podía ser cruel, ¿acaso también no era lindo?