Te quiero solo para mi (Edición)

capítulo 2: primer día de clases

Seguido de que subí a mi habitación mi hermano fue tras de mí, comenzó a tocar la puerta ya que la había cerrado por dentro, desde afuera de la habitación comenzó a hablar ya que sus intentos anteriores de abrir la puerta fueron fallidos.

-Jonathan lo... lo siento – hizo una pausa fue mi culpa, fue mi culpa que te hayan regañado  si tan solo no le hubiera dicho nada a nuestra madre no te haya insultado de esa forma...– su voz comenzó a sonar de una forma que me pude dar cuenta de que comenzaba a llorar – comprendo si te molestas conmigo solo no quiero que me odies – al escuchar esto me levanté rápido y abrí la puerta no podía estar molesto con él por algo así, al abrir la puerta lo abrase con fuerza.

-No estas equivocado no fue tu culpa fue mía, si tan solo hubiera tenido la fuerza suficiente para haberme defendido solo, no hubiera pasado esto, comparado contigo soy – baje la vista – un cobarde...

-no lo eres, y aunque no seas un cobarde siempre estaré contigo y  te defenderé de todo, puedes contar conmigo para lo que quieras – lo último lo dijo limpiándose las lágrimas de los ojos.

***

Cuando mi padre llega del trabajo me llamó para que bajara de mi cuarto, al hacerlo me pude dar cuenta de que tenía una pequeña caja no podía ver de que era ya que la tenia de un lado que no podía ver.

-Toma – extendió hacia mí la pequeña caja que ahora podía ver que era de chocolates - cuando estaba en el trabajo recordé que era tu cumpleaños así que decidí darte por lo menos algo.

-¡gracias! – no sabia como reaccionar en ese momento al escuchar eso, solo tome la caja y decidí darle un abrazo, el cual rechazó rápidamente.

-No me abraces eso deja lo para las mujeres, luego después salen con sus mariconadas yo no aceptaré eso cuidado con que salgas así porque te mato - lo dijo molesto mirándome a los ojos,  esa mirada podía matarme en el momento, aparte no sé por qué pensaba que podía hacerme gay, no me interesaban los hombres, siempre me gustaron la chicas.

-mmm si –dije un poco nervioso ya que no despegaba su mirada de mí, mientras mi madre solo observaba desde la cocina esperando también mi respuesta.

-¿y bien como te fue hoy? – trate de omitir la parte donde mi madre me regañaba ya que quería evitar más peleas.

- bien supongo – mi madre me miraba molesta como si en ese momento no quisiera que yo estuviera allí – si no te molesta me iré a mi cuarto – antes de que respondiera me marché, en fin solo tenía que esperar hasta mañana para ingresar de nuevo a la escuela.

***

Por fin era el primer día de clases podía sentir como los nervios me invadía, sentía que estallaría de felicidad al volver a ver a mis amigos después de un largo tiempo. Comencé a cambiarme rápido solo quería llegar temprano a la escuela, al bajar solo tome mi dinero de la mesa y me dirigí a la puerta de mi casa antes de abrir la puerta me detuve y suspire, definitiva mente este sería el año donde sacara mejores calificaciones estaba decidido abrí la puerta y comencé a caminar hacia mi escuela la cual no estaba muy lejos eran tan solo 20 minutos de camino.

Al llegar a la escuela noto que mis amigos Carlos y Omar me esperaban en el pasillo hacia los salones, siempre considere a Carlos mi mejor amigo ya que siempre me apoyo en primero, mientras Omar no era muy abierto con los demás siempre fue una caja de secretos. Fueron los primeros en hablarme en primer año así que desde entonces fuimos inseparables, cometiendo nuestras locuras juntos y nuestros problemas personales nos hacía ser más unidos. Nos saludamos normal mente y caminamos hacia el salón contando todo lo que hicimos en las vacaciones, al entrar al salón pudimos notar que habían ingresado nuevos alumnos, solo eran tres pero me pareció demasiado extraño tener nuevos compañeros de clase.

Al elegir un lugar para sentarnos una muchacha de pelo rizado y castaño largo, con ojos cafés claro, de estatura mediana, con lindo cuerpo, se acercó hacia nosotros, era una de los nuevos alumnos, me miro algo confundida pero al parecer me conocía ya que se abalanzó sobre mí abrazándome fuertemente.

-Jonathan te extrañe tanto – dijo en mi oído en voz baja, me sorprendí al oír esto ya que no podía reconocer quien era ella o si la conocía.