Mark Tuan, su rol materno-paterno adoptivo, había sido una presencia firme y constante en su vida. Tanto Mark como Jackson habían invertido en él y en su educación, guiándolo por el sendero al éxito.
Él les estaba muy agradecido, pero por un momento se preguntó si alguna vez lo habían mirado como Zhan-Ge estaba mirando a la pequeña.
Ahora eso no importaba. Ya no era un niño y no necesitaba muestras de emoción. Era mejor evitarlas, aunque la presencia de ZhanZhan lo hacía difícil, siendo un torrente de inagotable energía.

—Gracias —le dijo el mayor con un brillo en los ojos.

—No me las des —respondió él, intentando deshacer el nudo del pecho—. Esto no es nada permanente, así que no te acostumbres demasiado.

Xiao Zhan parpadeó, visiblemente dolorido. Tan genuino y transparente como siempre.

¿Acaso aquel hombre no tenía sentido común ni sabía cómo defenderse de los golpes?

—Ya- ya lo sé, pero es que me he emocionado al ver todo esto y...

—Relájate, Zhan —le aconsejó él—. Respira hondo.

El mayor cerró la boca, pero sus ojos seguían llenos de tristeza.

—Lo siento —dijo Yibo. Casi nunca pedía disculpas por nada, pero el efecto fue inmediato. El rostro de Xiao volvió a iluminarse.

—Esto es incómodo para todos, pero intento sacarle partido a la situación, y no es tan horrible vivir en una mansión cerca de un lago.

—Puede que no pienses lo mismo cuando oigas lo que tengo que decir.

—¿Qué? ¿Voy a tener que dormir en el sótano? —preguntó ZhanZhan, y luego volvió a hablar luego de pensar algo—. No, ya me has dicho que no. ¿O acaso...?

—Vamos a tener que aparentar que compartimos habitación —lo interrumpió el menor.

—¿Cómo dices?

—Vamos, Zhan-Ge, no seas tan ingenuo. Si vivimos juntos es lógico que durmamos en la misma habitación y en la misma cama.

El mayor se mordió el labio.

—No sé... ¿Y los valores tradicionales?

—¿Los respeta alguien hoy en día?

—Mi trabajadora social, al menos. Quiere que MeiLing tenga dos padres.

—Y eso es lo que debemos hacerle creer. A ella y también a mi personal. Lo último que necesito es que algún rumor se filtre a la prensa. Una cosa es mantener una farsa en privado, pero no estoy dispuesto a ser humillado en público.

—Yo tampoco, y mientras no tenga que dormir contigo no tengo inconveniente en guardar mi ropa en tu armario.

A Yibo no le hacía ninguna gracia tener que compartir su espacio. Nunca había vivido con una persona anexa, ni había tenido otro estilo de ropa entre sus trajes. Y sin embargo no era ese detalle el que inquietaba a ZhanZhan...

—Eres la primera persona que conozco que se muestra tan reacio a la idea de acostarse conmigo que me lo recuerda cada dos por tres.

—No, yo solo estaba... —las mejillas se le volvieron a cubrir de rubor.

—Cualquiera podría pensar que protestas demasiado —avanzó hacia el y Zhan-Ge se apretó a MeiLing contra el pecho como si fuera un escudo.

—¡Eso no es verdad! Protesto lo que protestaría cualquier persona que no le interesaría tener una aventura con un playboy.

—¿Un playboy? ¿Eso es lo que soy para ti?

—Cambias más de amante que de calcetines.

—Las mujeres o chicos que me acompañaban a los actos públicos no son mis amantes. Con mis amantes soy mucho más discreto y selectivo.

Un Amor Declarado y PersonalWhere stories live. Discover now