ADVERTENCIA; El siguiente capítulo tiene escenas sensibles que podrían causar enfado/molestia en los lectores, leer con precaución.
Adrien
Ruedo al otro lado de la cama con la respiración agitada y siento su mano sobre mi pecho y sus labios sobre mi hombro.
— Lo siento.
— Adrien está bien, me gusta así... Solo que no seas tan brusco para la próxima.
Bajo la mirada al preservativo y me tenso al ver un poco de sangre. Ella igual.
»— Está bien, no fue tu culpa.
Me siento molesto quitándolo y me levanto yendo a botarlo al baño. Cierro la puerta y entro en la ducha poniendo el agua helada. Escucho golpes en la puerta.
»— Debo irme, Marco quiere que le enseñe una heladería.
— Ve, nos vemos en la tarde.
Pasó las manos por mi rostro suspirando.
— Adrien te quiero, te quiero mucho.
— Yo igual te quiero, Tania.
— No es tu culpa, no te sientas mal... — Se queda callada esperando qué le responda, pero suspira cuando no lo hago. — adiós, mi amor.
Corto el agua al escuchar la puerta principal cerrarse y me apoyo en la pared viendo el suelo de la ducha.
DIEZ AÑOS ATRÁS
— ¿ADRIEN DIMITRY VOLKOV? ¿PUEDES EXPLICARME QUÉ SON ESTAS COSAS?
Una fría corriente me recorre y me quito los audífonos. Cierro la puerta tras de mí y le doy un trago a mi botella de agua para mantener la compostura y no asustarme.
»— ¡TE ESTOY HABLANDO!
— ¡Adrien tu madre te habla, respóndele! — Habla mi padre desde el sofá mientras lee el periódico.
Me giro hacía mi madre y me quito el sudor de mi frente viendo la tira plateada en su mano.
Mala idea esconder los condones en el velador junto a mi cama.
— ¿Sí madre?
— ¿Qué es esto?
— Son preservativos. — Murmuro algo incómodo y mi padre baja el periódico mirándonos.
— ¿Estás haciendo el amor con esa novia que tienes? — Niega y se levanta yendo a su estudio.
— ¿Ya ves? Otra vez avergonzaste a tu padre. ¿Cómo la tratas cuando lo hacen?
— ¿Qué? ¡No voy a hablar de eso con mi madre! — La miro avergonzada y ella se acerca a mí.
Primero escuchó el zumbido de su mano dirigirse a mi cara y luego la comezón por la cachetada que me dio. Me guardo las lágrimas por el dolor y alzo mi mentón hacía ella apretando los puños a mis costados.
— Vulgar e insolente, no me gusta en lo que te estas convirtiendo Adrien.
— Lo siento, no volveré a responderte. — Habló con calma sintiendo mi piel arder por su golpe.
— Si estás teniendo sexo. Más te vale ser delicado, a una mujer no debes golpearla, no debes tratarla con brusquedad, ni mucho menos usarla para tu placer. El coito solo se practica con alguien que amas, y tú a esa chica no la amas.
Alza una tijera y comienza a cortar la tira de preservativos por la mitad.
»— ¿Cómo la trataste, Adrien?
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Escapando del infierno (+21)
RomanceAdrien nunca había viajado a Estados Unidos, pero cuando tienes una ex psicópata, cualquiera lo hace ¿No? Puede haber dejado su país para escapar del infierno al que estaba condenado con Alice, pero ¿Y si viajando solo se adentra más al inframundo...