2.

22 1 0
                                    

¿No tienes la sensación de que todos nos miran? -.

- ¿ también? -.

¡Claro! Es como si fuera nuestra culpa -.

- Son sólo miradas morbosas. ¡Pero eso ya pasó! - grité al final.

No grites -.

- Las personas son demasiado chismosas, acostumbrate -.

No es sólo un pequeño chisme, querida, una alumna... -.

- Shhh. Si no queremos que nos sigan viendo, no deberíamos seguir hablando tan abiertamente sobre esto... Aquí -.

Katie y yo continuamos caminando por el pasillo, desde hace cuatro horas de haber llegado, nos habíamos dado cuenta de que algunas miradas se posaban sobre nosotras. Decidimos hacer como que no lo notabamos pero nadie sabía disimular, ni siquiera nosotras.

- ¿Katie? -.

¿Sip? -.

- ¿No debería seguir angustiada? -.

Ya hablamos de eso -.

- Segura que... -.

Alisa, ya escuchaste a tu mamá, debemos continuar con nuestras vidas -.

- Pero, ¿por qué me siento tan calmada? -.

¿Por qué me siento tan calmada? - pensé.

Honestamente creo que no debemos dejar de vivir nuestras vidas, eso no volverá a pasar, espero que lo entiendas -.

- Lo entiendo -.

Todo está bien, deja de estar angustiada -.

- Son traumas, Katie -.

Lo sé Alisa, pero sólo es cuestión de actitud, si dejas que ese pensamiento te invada, no podrás hacer lo mismo de antes, salir y ser feliz. No digo que no nos pueda pasar también a nosotras... -.

- Creo que ya entendí - dije interrumpiendole.

Todo está bien, Alisa, es un nuevo comienzo -.




















°

°

°

°

°

°

°




Hola, amor qué tal el primer día -.

- Hola ma, estuvo bastante bien... Estuvo emocionante, en la mañana se descompuso el autobus -.

Y ¡¿qué hicieron?! -.

- Casualmente Katie pasaba por ahí en el auto que le regalaron -.

Lo siento mucho hija pero, el auto estará listo hasta mañana en la tarde así que me temo que tomarán el autobus nuevamente mañana -.

- No hay problema mamá, ya te dije que fue emocionante -.

¿Qué tan emocionante es quedarse varado a mitad del camino de ida a la universidad? -.

Tomé una manzana roja del frutero y le di una gran mordida, había silencio total y la mordida se escuchó más de lo normal. El reloj marcaba las 4:00 pm, sólo me iría a duchar y bajaría por la cena.

Subí las escaleras aún con mi mochila en la espalda y la manzana con varias mordidas en mi mano derecha, subía un escalón tras otro hasta llegar al segundo piso.

La habitación de Cristal era la primera que veías al subir, la puerta estaba cerrada, había unas pegatinas en su puerta con los nombres de algunas bandas. Había una pequeña y alargada como 10 centímetros de ancho por 2 de alto decía "[paramore]" con una letra tipo Rockwell con letras minúsculas blancas y fondo negro, recuerdo que cuando entre a la escuela primaria esa pegatina ya estaba pegada ahí y de esa forma.

Había otra pegatina de "Evanescence", otra de "PVRIS", una que ella misma hizo y decía "Hey Monday" pero había una más reciente, de hace un año aproximadamente, una algo pequeña también de Harry Styles, no era su nombre, era una caricatura de él o algo así, no se veía su rostro simplemente su silueta y usando uno de sus tan famosos trajes y de colores tan extravagantes, Cristal igual tenía algunos y sólo los usaba a escondidas de mamá.

La puerta era blanca, ya estaba algo vieja. Decidí girar la perilla y entrar, no tenía prisa de llegar a mi habitación. Había revistas en su cama, tenía una Rolling Stone con una Hayley Williams de cabello azul en la portada, había una "Cosmo" que era de mi mamá con una Normani Kordei de vestido rosa en la portada. Olía algo a perfume, el de ella, aunque era muy ligero, abrí la ventana, tomé las revistas, las junté y puse sobre su escritorio, había un lápiz y un pequeño libro blanco con la foto de una chica sonriendo, el título era "The Green-eyed Girl" , era raro porque yo se los veía cafés. Intenté acomodar lo que pudiera para que no se viera tan desordenado, seguía mordiendo mi manzana, en su espejo hay una foto de ella y Lyndsey.

Suspiré y seguí observando, me había olvidado del color de la habitación, era morado algo lila en realidad, algo ñoño para su personalidad pero el mío era exactamente igual.

- Una, dos... Tres - conté lo que vi dentro de su pequeño espacio en el escritorio.

Además de la fotografía en el espejo, Cristal tenía 3 fotos más y más pequeñas en su escritorio en donde Lyndsey y ella posaban juntas en algún lugar que no conozco.

Me senté en la silla de su escritorio y vi la guitarra sin funda en el rincón, nuestras habitaciones no son muy grandes pero aquí se sentía enormemente solo.

ALISA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora