La Noche De Películas.

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(Narradora): Como es de costumbre todos los fines de semanas Brasil y Venezuela siempre planeaban una noche de películas, en esta ocasión tocó en la casa del brasileño. La mayoría de las veces que veían la noche de películas en la casa de Brasil casi siempre estaban solos, Venezuela nunca sintió incomodidad, bueno, eran amigos desde hace ya mucho tiempo, se tenían mucha confianza, pero luego de aquel fogoso beso lleno de pasión que se habían dado en uno de los armarios de la casa de los tricolores, la situación era algo diferente.

Aquel beso hizo que a los dos sudamericanos se le revolvieran sus sentimientos, tan solo pensar que ambos se besaron de tal forma simplemente los llenaba de vergüenza, pero no dejarían que eso arruinara ésta noche.

El venezolano ya se encontraba en la casa del brasileño, un poco cansado, quizás porque no pudo descansar lo suficientemente luego de aquel largo viaje en avión de su territorio al territorio de su amigo.

Venezuela: Wenaaaaas! -llamó a la puerta-

Pasan 5 minutos y el venezolano vuelve a llamar, pero por alguna razón nadie le habré.

Venezuela: Ni modo, pelo por la vieja confiable -luego de decir aquello fue hacía la ventana de la cocina y entró por ella- Dubi dubi duba, dubi dubi duba, PEEERRY! -gritó-

Aquel gritó asustó al brasileño que se encontraba bajando de las escaleras de su casa al escuchar que alguien llamaba.

Venezuela: Mamaguevo porque no abrías la puerta!? Tengo cómo media hora pegando grito! -le dijo a su amigo fingiendo molestía y obviamente exagerando las cosas-

Brasil: Ah, perdão, creí que llegarías más tarde -habló en español, cosa que poca veces hacía-

Venezuela: Que hacías tanto? Webon -preguntó mientras tomaba asiento en el sillón de la sala y dejaba su bolso con un cambio de ropa aún lado-

Brasil: Estaba ordenando las habitaciones -nuevamente habló en español, algo que se le hacía muy raro al venezolano-

Venezuela: Ajá, y yo no como iguana -dijo sarcásticamente, obviamente no le creía-

Si el venezolano supiera que era lo que estaba haciendo hace un momento el brasileño, probablemente vería de otra forma a su amigo.

Venezuela: Bueno, me voy a comer tu cuento -sacó su teléfono de aquél bolso que traía consigo- Y qué película vamos a ver?

Brasil: Pudemos ver um horror, há poucos dias a Bahia me obrigou a ver Titanic e deixou um gosto ruim na boca (Podríamos ver una de terror, hace unos días Bahía me obligó a ver Titanic y me dejó un mal sabor de boca) -aquel comentario hizo reír al tricolor-

Venezuela: AJAJAJSJ, vergaaa, jsjs, no me la calo, que horrible -se río a carcajadas- Quejeso mano? Me dejas mal

Brasil: Não pense mal, eu vi forçado, não gosto desse tipo de filme, quer dizer, quem diabos gosta disso? (No pienses mal, la vi obligado, no me gusta ese tipo de películas, osea, a quién mierda le gusta eso?) -habló con cierto disgusto-

Venezuela: A tu hija, al parecer, pero como dice el dicho, "de tal palo, tal astilla", me imagino de quién sacó esos gustos -se río de nuevo-

Brasil: Sim, sim, continue rindo, pelo menos eu não chorei quando o vaga-lume morreu em A princesa e o sapo (Si, si, sigue riendote, por lo menos yo no lloré cuando murió la luciérnaga en la princesa y el sapo) -contraatacó con aquel comentario que hizo poner serio al otro sudamericano-

Venezuela: Ya va, ya va, vamos por parte, yo jamás lloré! -pues sí, sí lloró, solo que el lo niega-

Brasil: Claro, e eu não tenho 24 filhos (Claro, y yo no tengo 24 hijos) -se rió de su amigo para luego ir a la cocina- Você quere pipoca? -preguntó desde la cocina para luego escuchar un: "Siva, jala bolas" por parte del venezolano-

Un Cielo Estrellado (Brazuela)Where stories live. Discover now