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HyungWon observó la marca de su pecho por más tiempo de lo habitual.

La media luna seguía allí como si no significara lo que era, y por un breve momento, se permitió recorrer con sus dedos la minúscula Marca que no se había atrevido a tocar en mucho tiempo. Cerró sus ojos mientras trataba de recordar cuando fue la última vez que la había tocado, y se sorprendió al sentir la calidez que irradiaba. Sus dedos permanecieron allí hasta que sus ojos comenzaron a quemar tras sus párpados, luego apartó la mano.

Se abotonó la camisa, se lavó por última vez el rostro y observó su reflejo por un segundo antes de marcharse del baño.

Era un nuevo día, y había comenzado bien. Con lo mucho que a veces trataba de evitar pensar en su Marcado, no pudo evitar si no agradecer que su Marca no estuviera negra.

Recordaba con terror los años cuando el color de su Marca de vez en cuando se oscurecía, como a veces HyungWon creía que un día por fin despertaría con una media luna negra en su pecho y como había ideado un plan que lo ayudaría a sobrevivir sin su Marcado, o al menos como aprovechar sus últimos días si es que su otra persona llegaba a morir.

Aún no sabía a qué se debía. No entendía que clase de vida podía llevar su Marcado como para que a veces la media luna sufriera esos cambios de color incluso notorios para él. Imaginó que quizás era alguien enfermizo, o alguien que había estado cerca de la muerte más veces de las que HyungWon podía contar. Pero una cosa es segura: HyungWon no había atravesado el infierno luego de la muerte de sus padres para ver su vida apagarse por culpa de alguien más.

No pensaría en su Marcado, y si eso lo ayudaba a sobrevivir lo inevitable al menos por unos meses más de lo esperado, entonces se mantendría así.

Antes de salir de su departamento, listo para la reunión que esa mañana tendrían con JooHeon, a HyungWon le llegó un mensaje.

                         

HoSeok

No iré hoy. Lo que sea que el diseñador pregunte queda a tu criterio.

Pasa por el hotel a las 14.00

Trae comida china.

                         

...

                         

Quiso sacarse los zapatos para no ensuciar el bonito (y de aspecto costoso) piso del departamento de HoSeok. Estaba completamente vacío, pero los grandes ventanales y la hermosa vista de la ciudad quitaban el aliento por si solos. Solo la sala de estar era del tamaño de todo su departamento, y quizás más.

Antes de entrar, trato de convencerse de que odiar a HoSeok por dejarlo solo en esos momentos no era el camino más sensato, pero no podía evitarlo.

No solo consideraba una falta de profesionalismo increíble no ir a la cita de esa mañana que había acordado con Jooheon para visitar el departamento, sino que además el condenado ni se molestaba en contestar las llamadas. Había escrito "queda a tu criterio" pero aún así era demasiada presión llevar esa cita solo, considerando que era para el diseño del departamento de alguien a quien apenas conocía.

— Este lugar es increíble — JooHeon interrumpió el silencio inicial, mientras que se adentraba al departamento y comenzaba a inspeccionar con ojos expertos. HyungWon lo siguió.

JooHeon era incluso más atractivo de lo que las imágenes que había podido encontrar en internet dejaban ver. Era un poco más bajo que él, llevaba el cabello oscuro bien peinado y sus ropas fueron un agradable cambio entre tanto traje que había visto y usado en sus primeros días como asistente. Llevaba un pantalón negro ajustado y un suéter cuello de tortuga con un abrigo encima que lo hacía ver perfectamente compuesto, como si hubiera planeado hasta el más mínimo detalle de su conjunto. A HyungWon le gustó eso, y aquellos aires misteriosos que desprendía también.

❛Mi marca en ti❜ 2won [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora