Hablando contigo

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Obito aún se encontraba en su rehabilitación. Afortunadamente esta vez duraría menos en el hospital que la anterior vez, ya que solo le pusieron un brazo, no todo un cuerpo.

Minato entró a la habitación del Uchiha junto con Rin, Kakashi se encontraba ocupado por lo que no pudo acompañarlos.

- Buenos Minato-sensei.

- Buenos días Obito. Te tenemos una noticia.

- ¿Una noticia buena?

- ¡Súper buena! ¡Te emocionaras demasiado al enterarte! - dijo Rin entusiasmada.

- ¡¿Tan buena es?! Ya me dejaste con la tentación, ahora díganme. - sonrió.

- Ahora soy el Cuarto Hokage.

Obito tardó unos cuantos segundos en procesarlo, hasta que se dio cuenta de lo que su sensei había dicho. - ¡¿Ho-Hokage?!

- Así es.

Obito se paró rápidamente de su cama y abrazó a Minato, el rubio correspondió el abrazo de su alumno. - ¡No lo puedo creer! ¡Felicidades sensei!

- Hoy me nombrarán oficialmente Hokage. Pedí permiso al hospital para que vallas, me concedieron el permiso, siempre y cuando tengas mucho cuidado con tu brazo.

- ¡Sí! - Obito saltó de la emoción.

- Obito, acaban de decir que tengas cuidado, no deberías saltar. - dijo Rin mientras reía.

- ¡Oh! Lo-Lo siento.

...

Todos se encontraban viendo desde abajo como arriba se encontraban Hiruzen y los dos consejeros. Obito estaba a un lado de Rin en espera de la aparición del rubio de ojos azules. Después de unos cuantos minutos, Hiruzen se quitó el sombrero que usaban los Hokages, Minato se encontraba enfrente a el. El tercero se acercó a Minato con dicho sombrero y se lo entrego, Minato se lo puso y levantó la mirada.  Kushina lo observaba orgullosa.

- Yondaime. Ahora es tu turno.

- Empeñaré mi vida.

Minato se dirigió al balcón de donde se encontraba, donde con una sonrisa y una mirada llena de luz comenzó a observar a los presentes. Todos gritaron de alegría, en especial sus alumnos, ellos estaban tan entusiasmados al saber la noticia de que su sensei sería el Hokage, estaban más que orgullosos.

El día terminó. Obito tuvo que volver al hospital, los médicos le habían dicho que aún le faltaban dos días de rehabilitación. No era mucho, pero él deseaba poder salir y seguir con sus entrenamientos, no le agradaba la idea de tener que perder el tiempo en el hospital, pero era necesario. Al llegar se recostó sobre la camilla y tomó su celular. Los médicos le permitían usar su teléfono celular siempre y cuando lo tuviera en silencio o con bajo volumen. Obito lo usaba cuando se encontraba aburrido.

Era de noche, pero aún era temprano. Exactamente eran las 8:00 pm, Obito prefirió quedarse dormido, usar el celular ya le había aburrido y prefirió intentar dormirse. Apenas cerró los ojos y el celular comenzó a vibrar, al parecer le estaba entrando una llamada.

- ¿Qué? - Obito abrió los ojos y contestó la llamada.

~ En la llamada ~

- Buenas noches. ¿Tienes tiempo para hablar? Pensé que podrías estar aburrido.

Obito rápidamente reconoció esa dulce voz, era Rin. - Para ti siempre tengo tiempo.

Rin se sonrojó por el otro lado del teléfono. - N-No sé que responder a eso. - rió tiernamente.

- Lo lamento, me deje llevar. Y creo que leíste mis pensamientos, estaba demasiado aburrido, pero ya no.

- Obito, voy a colgar. Prefiero hacer videollamada.

Obito se sonrojó, pero aceptó, pues quería ver el rostro de Rin. - ¡Claro!

Rin colgó y a los pocos segundos volvió a marcar, pero esta vez en videollamada.

Obito intentó peinarse un poco antes de contestar, pero la verdad es que quedó exactamente igual.

- Listo.

Obito se sonrojó un poco al ver el rostro de Rin en su teléfono. Tenía unas inmensas ganas de tomarle captura y ponerla de fondo de pantalla.

- ¿Y cómo te ha ido? ¿Ya te dijeron cuándo saldrás del hospital?

- Muy bien, Tsunade-sama dijo que me recuperaba bastante rápido, y dijo que en dos días salgo de aquí.

- ¡Oh! ¡Me alegra muchísimo!

Se escuchó como la puerta de la habitación en donde estaba Obito se abrió. Era Tsunade.

- T-Tsunade-sama.

- ¿Qué haces?

- Hablando con Rin.

Tsunade se acercó a la pantalla del celular del Uchiha. - Rin, no olvides que mañana tenemos entrenamiento.

- Claro, no lo olvidaré.

Tsunade tomó unos papeles que se encontraban en una mesa y salió de la habitación.

- No recordaba que entrenabas con Tsunade, lo había olvidado por completo.

- No todos los días. Entrenamos cuando ella tiene tiempo, pero estoy aprendiendo demasiadas cosas.

- Me alegra muchísimo. ¡Estoy seguro de que serás la mejor Kunoichi del universo!

- Trataré de serlo. - Rin sonrió.

Rin se percató de que el Uchiha estaba pestañeando mucho, ella entendió qué tal vez Obito estaba algo cansado, pero prefirió no decirle nada. Después de unos cuantos segundos Obito cayó dormido. Su celular siguió grabando su rostro, a lo cual Rin murió de ternura. Obito se veía como un ángel al dormir, eran tan tierno.

- R-Rin. Rin, Rin. - decía el Uchiha dormido.

- ¿Sí?

- Te amo.

La cara de Rin se puso como la de un tomate. ¿Acaso decía ese tipo de cosas al dormir? O... ¿Acaso soñaba con ella? Al estar pensando en eso su cara se ponía cada vez más roja, y su corazón palpitaba muy rápido. Ella amaba lo que él Uchiha le hacía sentir, eso era nuevo para ella. Obito siguió durmiendo. Rin le tomó una captura a la pantalla, ahora esa foto la atesoraría por el resto de su vida, era la imagen más linda que tenía en su galería. Obito dormido lucia como un angelito.
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Yo quisiera ver a Obito dormido unu

Los tqm uwu

La luz de mi vida (ObiRin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora