—Es un momento muy bonito, realmente lo es pero ¿Puedo terminar de presentarme ya?

—Si hijo –respondió apenado su padre– continúa por favor. 

—Bien pues como dije mi nombre es Edward Remus Lupin Tonks pero todos me dicen Teddy –sonrió– tengo 27 años y mientras estaba en Hogwarts fui a Hufflepuff. 

Se escucharon los aplausos en las mesas pero nadie aplaudió tan fuerte con sus padres y los más allegados a la familia. 

—Fui prefecto y premio anual. 

—Prefecto perfecto –corearon los gemelos Weasley y varios de la tercera generación. 

—Si fui, soy y siempre seré perfecto –la sonrisa de lado que dio con total picardía causó más de un suspiro– no jugué quidditch pues de mamá también heredé la torpeza –Dora se sonrojó con lo dicho y Remus no podía parar de pensar en que no había otra mujer más hermosa que ella– actualmente trabajo como mano derecha de la ministra de magia y mis padrinos son Hermione Granger y Harry Potter. 

—Gracias Remus, Dora –sonrieron mientras los abrazaban. 

—De nada chicos –respondieron a los abrazos. 

—¿Debería sentirme ofendido? –bromeo Sirius.

—Para nada tío Sirius –le sonrió–pero el porque de mis padrinos se dirá en otra presentación, créeme, entenderás una vez salga a luz cierto secreto.

—Te creo sobrino y se que Mione y mi cachorro te cuidaron bien pero a que te refieres con "cierto secreto que saldrá a la luz". 

—Pronto lo sabrás tío, pronto lo sabrás –dijo dándole un aire de misterio al asunto– ¿Preguntas?

Varias manos femeninas se alzaron entre ellas las de su madre y madrina, le dio la palabra a su madrina sabiendo bien lo que su madre preguntaría. 

—Si, madrina. 

—¿Materias favoritas? ¿Patronus? –le pregunto. 

—Sabía que me estaba olvidando de algo, mis materias favoritas eran Encantamientos y DCAO, y aunque se piense que la peor clase para mi sería vuelo realmente era adivinación –aclaró– es una ciencia muy inexacta.

—Eso me suena a alguien –bromeó Ginny.

—A mi también –le siguió Dora.

—Oh cállense –golpeó sus hombros mientras les sonreía. 

—Y mi patronus es un lobo –dijo mientras lo invocaba y esté salia de la varita aullando por las mesas– ¿Otra pregunta? Tú, la de Ravenclaw.

—¿Tienes novia, guapo? –pregunto coqueta. 

—SI NO DEJAS DE VER A MI HOMBRE EN ESTE INSTANTE JURO QUE DESEARÁS NI SIQUIERA HABERTE LEVANTADO DE LA CAMA HOY MALDITA ESTUPIDA –gritó una encapuchada. 

—Estoy felizmente casado con el amor de mi vida y madre de mis hijos –rio– tranquila amor, le quedo bastante claro. 

—¡Pues más le vale si no quiere aterrizar en el lago negro! –término de decir sentándose nuevamente. 

—Yo que tú le haría caso, es de armas tomar –miro con adoración a la encapuchada, realmente la ama– ¿Querías preguntar algo, mamá? –ahora o nunca. 

—Si hijo –su sonrisa era enorme, alguien ya había puesto a esa tipa en su lugar– aunque ahora es más de una. 

—Pregunta mamá, yo te responderé.

—¿Somos buenos padres, hijo? ¿Fue buena tu infancia? ¿Enserio ya tenemos nietos? –el nerviosismo y la felicidad se podía escuchar claramente en su voz.

—Si mamá, ya son abuelos –le sonrió a su padres– y si, son buenos padres pero... –si que estaba siendo complicado. 

—¿Pero? –Remus repitió con miedo.

—Mamá, Papá –los miro– al final de la segunda guerra mágica hubo muchos caídos y heridos de gravedad... entre ellos ustedes.

—¿Qué quieres decir, nieto? –pregunto su abuela Andrómeda. 

—Estuvieron en coma por quince años –respondió.

—Mi niño –lágrimas salían de su madre sin poderlo evitar después de unos segundos donde proceso lo que su hijo les decía– perdónanos, perdónanos hijo por dejarte tantos años solo. 

—No estuve solo mamá –sonrió para tranquilizarla. 

—¿Quién estuvo contigo? –pregunto Hermione mientras abrazaba a Dora con Ginny para tranquilizarla. Harry, Sirius y Ron hacían lo mismo con Remus.

—Pues de hecho tú mamá Mione –había extrañado mucho decirle así en el tiempo que su presentación ocurría– tú y tu esposo quien es como un padre para mi, criaron de mi como a un hijo.

Dora y Remus al escuchar eso no pudieron más que abrazar fuerte a Hermione. 

—Gracias Hermione –dijo Dora– gracias por cuidar de mi hijo, de nuestro hijo –se corrigió al reconocerla a ella también como madre de Teddy.

—No hay palabras para poder expresar lo agradecidos que estamos –dijo Remus. 

—No hay de que –los miro a los dos con cariño– sé que hubieran hecho lo mismo por mi si estuviera en su situación. 

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Mi mejor intento por darles a un Teddy con cabello azul eléctrico, lo siento 😂

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Mi mejor intento por darles a un Teddy con cabello azul eléctrico, lo siento 😂.

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