Capítulo 1

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                                       Año 2025.

—Chicos no creo que sea seguro estar aquí –dijo una castaña nerviosa viendo a sus mejores amigos tocar lo que no debían– si mi madre se entera me mata.

—Relájate –respondió uno– si no se entera no pasará nada.

—Aparte, por lo que entiendo esta cosa no funciona –menciona el otro.

—Bien pero no nos demoremos mucho o nuestras madres se molestarán –tenia miedo– o peor aún, nuestras madres podrían quitarnos los premisos para el viaje.

Cuando la chica dijo eso sus amigos reaccionaron, era cierto, la situación se podría mal interpretar y sus madres podrían quitarles los permisos que tanto les había costado conseguir.

—Mejor nos vamos —dijo uno nervioso y los otros dos aceptaron enseguida.

Todo habría quedado en el olvido sino fuera porque ciertas personas entraron arruinándolo todo.

—Así que aquí están –dijo uno causando susto en los adolescentes.

—He..he..hermanos –respondió mientras escondía el objeto tras su espalda– ¿Q..qué ha..acen a..quí?

—¿Por qué tan nervioso, hermanito? –una sonrisa de lado apareció en su rostro– acaso es que están haciendo algo indebido.

—¡NO! –se apresuró a decir la única chica de la habitación– solo estábamos hablando.

—¿Enserio? –el mayor dio una gran sonrisa– entonces porque mi hermanito esconde algo atrás de él.

—Que sera~ que sera~ –canturreó el otro– hay que averiguarlo.

Entre los dos mayores lograron sacarle el objeto de entre las manos de su adolescente hermano, fue fácil aunque los otros adolescentes trataron de evitarlo... ¡ESPEREN! ¿Por qué estos chicos tenían tal cosa? Esto solo significa algo ~PROBLEMAS~ y para mala suerte, a ellos les encantaban los problemas.

—Pero miren que sorpresa –se hizo el inocente– ¡UN GIRATIEMPO!

—Y no uno cualquiera sino el de la tía Herms.

La sonrisa que los mayores pusieron la conocían muy bien y no les gustaba nada, pero antes de que pudieran decir o hacer algo ellos salieron corriendo con el giratiempo en mano.

—Nuestras madres nos matarán –dijo un pelirrojo.

Asustados fueron corriendo tras los dos que se habían llevado el giratiempo, los encontraron en el patio de la mansión con espectadores y una rubia gritándoles que dejaran de lanzarse el objeto.

—¡MÁS VALE QUE ME DES EL GIRATIEMPO DE MI MADRE POTTER! –estaba muy molesta– ¡¿DE DÓNDE LO SACASTE?!

—Relájate rubia –le sonrió coqueto– porque no le preguntas a ese trío de ahí.

Mientras rubia giró para verlos, los otros dos seguían pasándose el objeto como si fuera una pelota común.

—Explíquenme de que esta hablando ese idiota –el aludido se hizo el ofendido.

—Me dueles preciosa –dijo mientras se ponía una mano al pecho.

—Hermana te juro que lo íbamos a dejarlo en su lugar –excusó la chica– solo queríamos verlo un poco más de cerca.

—Sabes que está prohibido si quiera respirar cerca de ese giratiempo –la miro seria– pero te conozco lo suficiente para saber que me dices la verdad y que los culpables son esos idiotas de atrás.

Con eso los tres adolescentes suspiraron tranquilos, si ella les creía apelaría por ellos con sus madres si se llegaran a enterar ¡No les quitarían su permiso!

—Auch rubia –dijo el pelinegro con mano en el pecho– solo nos divertimos, no es para tanto.

—¿Qué no es para tanto dices? –esta vez hablo una pelirroja– ¿Eres idiota? Es un objeto muy delicado ¡pueden romperlo!, dejen de pasárselo como si nada idiotas.

—Ella tiene razón –dijo una soñadora voz– si se rompe podría pasar cosas inesperadas.

—Oh vamos chicas...

—No es para tanto...

—Solo es diversión –decías dos chicos que se unían a jugar con el giratiempo.

Mientras ciertos chicos se pasan el giratiempo de mano en mano como si nada, algunos estaban que los mataban por irresponsables mientras que los demás solo veían todo el show desde lejos, no querían morir a base de las personas que tenían un aura negra a su alrededor.

—Bien chicos ya fue suficiente –hablo un rubio– saben que si nuestros padres se enteran se molestarán y castigarán.

Un castaño le iba a responder pero en un mal movimiento el giratiempo terminó en el suelo.

—¡TE LO DIJE POTTER! –grito la rubia.

—¡ES QUE SERÁN IDIOTAS! –le seguía una pelirroja.

—¡MAMÁ VA A MATARME! –gritaron los tres adolescentes.

Más gritos se escucharon sin ninguno darse cuenta que del giratiempo empezaba a salir una niebla blanca que los rodeó impidiéndoles ver con claridad, sin saber a qué dirección ir trataban de calmar los llantos de los más pequeños, de un momento a otro sintieron sus cuerpos más livianos como si estuvieran flotando y de pronto.

¡BUM!

¡EN QUE SE HABÍAN METIDO!

¡ESTAMOS EN EL PASADO! ~Tercera Generación~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora