Capítulo IV - あかつき

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Hera nada más verlo lo reconoció, nunca lo había visto, sin embargo, Itachi le había contado que estando en ANBU los dos habían hecho misiones juntos, pero lo que nunca se habría imaginado era lo que tenía ante ella, un chico muy guapo y misterioso que le llamaba la atención.

Buenas tardes. -respondió finalmente con su corazón un poco agitado. —¿Es la tutora de Sasuke? -preguntó aún perplejo.

Asi es, soy Hera. -dijo extendiendo una mano en señal de saludo, Kakashi la aceptó. —¿Hay algún problema con Sasuke? -preguntó mientras que se ajustaba la toalla que empezaba a resbalarse dejando un sugerente escote a la vista.

Eeh... No, ningún problema. -dijo intentando concentrarse. —Es solo una visita rutinaria. Es todo. -dijo con una sonrisa. Hera soltó un suspiro relajado. —Le dejo continuar, perdón la interrupción.

No hay problema. -dijo despidiéndose mientras veía a Kakashi alejarse.

Cuando entró de vuelva al baño sentía su cuerpo extraño, lo notaba acalorado y excitado, acaso... ¿ese hombre le provocaba todo eso?

Pasaron los días y con ellos Sasuke le informó de que se iba de misión unos días. Sentía la casa sola, hacía días que ella no tenía unos días libres y justo se los dan cuando Sasuke no está. Pasó la mayoría del tiempo arreglando la casa y cuando ya estaba impoluta salió a dar un tranquilo paseo. Hacía tiempo que no tenía tiempo para ella de esta manera, los ninjas con su rango no suelen tener tiempo libre, y de eso estaba agradecida, no solía aburrirse, siempre tenía algo que hacer, menos aquel día.

Iba tranquilamente paseando hasta que alguien que conocía se le acercó.

¿Puedo pedirte un favor? ¿Tienes algo de tiempo? -preguntó un chico con un extravagante traje ceñido verde.

Claro, justamente hoy no tengo nada que hacer. -respondió la chica a Gai.

Necesito que te enfrentes en una lucha contra mis tres alumnos a la vez. ¡Es una gran prueba para probar el fuego de la juventud! -ella sonrió, Gai siempre le había caído muy bien a Hera.

¡Sin problema! -habló emocionada. —¿Cuándo va a ser? -preguntó curiosa.

¡Ahora!

¿Ahora? -dijo viendo los ojos de aquel emocionado adulto, casi diría que tenían un brillo propio. —Supongo que está bien... -dijo con una sonrisa, no estaba preparada pero supongo que no hacía falta estarlo.

Lo dos fueron rápidamente al campo de entrenamiento en donde habían tres personas, dos de ellas paradas sin hacer nada y otra de ella haciendo abdominales.

Ya era hora. -dijo una chica.

¡Gai-sensei! Mientras que no estabas he estado calentando y por cada minuto que tardabas de más he hecho cien abdominales extra. -dijo con orgullo mientras se levantaba del suelo. Este chico era casi igual a Gai.

¡Buen trabajo, Lee! -le felicitó mientras enseñaba su dedo pulgar en señal de aceptación. —Vuestro entrenamiento de hoy es atacar a esta chica. -la señaló. —Debéis atacar a matar.

Pero... -dijo la chica.

¡No te preocupes Tenten! Si no lo hacéis así no la podréis ni dañar. -todos se quedaron sorprendidos antes tales palabras de su maestro. Hera se mantenía callada, ¿para eso la quería? Supongo que era un buen entrenamiento, ellos no la conocían, por tanto no sabían su nivel.

La kunoichi de ANBU {Con Itachi y Kakashi}Where stories live. Discover now