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Todos dicen que soy afortunada por haberme casado a mis 22 años y por tener un marido que figura en la lista de las 10 personas más ricas de Japón. Dueño de una gran empresa y de un fondo de inversiones. A veces suele en las portadas de las revistas importantes junto con otras personas igual de rica y con emporios como los que él tiene.

La verdad es que todo es una mentira, solo es una falsa felicidad la que me rodea. Es verdad que me propuso matrimonio, que me negué por completo pero fue demasiado diligente.

Me propuso un trato, si yo aceptaba casarme, él me proporcionaría lo necesario para seguir estudiando. Sonaba irreal cuando lo propuso, pero le cuestione ¿Por qué yo? , él solo dijo "no estás interesada por mi fortuna, lo puedo ver en tu ojos, cásate conmigo y tendrás muchos beneficios de ser mi esposa, incluso si nos divorciamos todo lo que te dé será tuyo", su abogado hizo un contrato con cláusulas específicas que tenía que seguir al pie de la letra y lo firme. Sin saber lo que me esperaría más adelante

Hace tres meses que me case, durante ese tiempo no he vuelto a ver la cara de "mi esposo" después de la boda. No compartimos habitación, desayunos o cenas; lo único que compartimos es la enorme casa, parece que él nunca está. Creí que no sería la gran cosa pero me equivoque, me siento sofocada con cada maldito minuto que paso en esta "casa" si la puedo llamar así.

Durante mi estancia en esta casa, "mi esposo" contrató a alguien para que me enseñara a conducir, aprendí en un mes a manejar sin problemas. Le ha dado indicaciones al personal que trabaja en la casa, todos me tratan muy bien a pesar de no conocer la verdad.

Ahora cada mañana, cuando abro los ojos y me veo en esta habitación espaciosa, deseo cerrarlos de nuevo, anhelando que todo esto sea un sueño. Pero no lo es. El hecho de que dormimos en camas separadas y siempre estoy sola a primera hora de la mañana, me hace pensar que el personal comienza a dudar sobre la veracidad de este matrimonio.

—Buenos días señora Hyuga —la ama de llaves siempre es tan formal conmigo. —Su desayuno está listo por favor pase al comedor.

—Si —acostumbrarme a la mansión no ha sido nada fácil, mientras estaba de vacaciones de la universidad me di el tiempo de explorar la casa. — ¿Y el señor?

—Se ha ido temprano, dijo que tendría una junta a primera hora y partió señora —nunca me ha gustado la palabra señora, aún estoy muy joven para que me llamen así

— Solo dime Tenten, aun soy joven—la ama de llaves se sorprendió a mi petición — No me llames señora por favor.

—Disculpeme, pero no puedo llamarla de "tu" el señor me regañara —ella estaba aún lado mío esperando a que terminara de desayunar.

Para cuando termine, agradecí por la comida y me levanté para ir a la cochera, con la ama de llaves atrás de mí; me entregó la llave del auto que me correspondía, el cual amablemente Neji me obsequio para mi uso personal. Antes de salir a la universidad, la tome la mano y la mire.

—Por favor, llámame Tenten o dime señorita, amm... —la señora me miró compasiva y parecía entender mi situación.

—Me llamo Jury, está bien la llamaré señorita mientras en señor no esté en casa, cuando este la llamaré señora. —apretó mis manos —, apresúrese o si no se le hará tarde para ir a la universidad.

..........

Sabía que mi vida universitaria había cambiado desde que me case, pase de ser una chica normal a ser la esposa de un multimillonario por esa razón tenía miedo de salir del auto para tomar mis clases. Para mi suerte llegue a tiempo pero podría llegar tarde si permanecía más tiempo en el auto, queriendo o no tome mis cosas y decidí salí de ahí, pero antes de bajar me asegure si había guardado el anillo de bodas en la bolsa. Sé de sobra que la mayoría sabe que soy casada y que debo usar el anillo todo el tiempo pero como pasó la mayor parte del tiempo sola, no me tengo la necesidad de usarlo.

Falsa Felicidad NejiTenWhere stories live. Discover now