CAPÍTULO 5

1K 122 37
                                    

Judas casi si mete en una pelea con el guardia que nos ha llevado a una habitación después de que Niall se fuese, no le agrado la idea de que nos dijera que no íbamos a dormir juntos, pero al final no ha hecho falta mucho para convencerlo, solo a un Judas a punto de enfadarse, después de todo lo que hemos vivido, y una mirada mía.

El guardia se ha rendido y no ha hecho demasiado por obligarnos a separarnos de cuarto. 

Yo estoy en completo silencio mientras Judas cierra la puerta cuando los dos entramos. Ando descalza por la habitación sintiendo el frío suelo bajo mis pies, pero no me molesta, no le presto atención. Me paso las manos por el pelo y me quedo parada en medio de la habitación.

Escucho a Judas andar por la habitación pero no le hago caso ni le doy importancia hasta que siento un tirón en mi brazo sano, lo que hace que me gire, y mis ojos se fijan en el torso de Judas, cubierto a partes con la camiseta rota que lleva puesta. 

Sujeta mi rostro con sus manos y alza mi mirada. Mis ojos morados impactan con los suyos y eso me trae un poco de paz, a la vez que por un segundo noto como mi respiración se corta.

-Las muertes no han sido tu culpa, ¿lo sabes verdad? -susurra.

Cierro mis ojos y noto una lágrima caer por mi rostro. Con una suave caricia Judas la limpia de mi rostro y yo poso mis manos en sus caderas.

Abro los ojos.

-Es una pena que hayan tenido que morir, pero si esto no ocurría hoy muchos más morirán, los Rebeldes, los que están capturados... -habla y para un segundo.

Y tiene razón, está era la única opción que teníamos, y él lo sabe y ni quiera la sabía en un principio. Por más que quisiera no puedo hacer nada por los que ya han muerto, pero si que puedo seguir adelante y luchar por los que todavía están aquí.

Esto es una guerra, una guerra que hay que acabar ya, saliendo victoriosos, pero todavía no se como lo haremos. Y una guerra no es fácil, ni bonita. es sangrienta y mortífera, y se que todavía queda mucho dolor y sufrimiento por delante, y nada asegura que nosotros seamos los que canten victoria, pero no nos rendiremos.

Niall no esperaba nada de esto, y no ha podido hacer nada para evitarlo, cuando ha querido hacer algo todo ya el mundo sabía que Judas en realidad es Leonel Alexander Jurey Dasonel. 

-Ahora hay que seguir luchando por los que todavía están aquí -continúa, como leyéndome la mente- hay que salvar al pueblo, y a los Rebeldes que están capturados. 

Yo asiento y por un segundo pienso en Soph, la hermana de Judas que está capturada. La salvaremos, todavía no se como, pero lo haremos, ya no estamos perdidos completamente, ahora tenemos a mucha más gente de nuestro lado. 

Me pongo de puntillas y uno mis labios a los de Judas en un suave roce. Los dos nos quedamos estáticos unos segundos, con los ojos cerrados y nuestras respiraciones se empiezan a acelerar. Recorro con mis manos su pecho y poso mis manos en su cuello. 

Él se abraza a mi y mete una de sus manos entre mi pelo, en mi nuca. Empuja mi cabeza y nuestros labios se unen, está vez es mucho más que una caricia, es un beso brusco, en el que parece que queremos fusionarnos. 

Estoy de puntillas y solo busco más conexión entre nuestros labios. Hacía tanto que no los sentía estando a solas, al menos parece que ha pasado mucho tiempo.

Me separo de él un segundo y su agarre en mi pelo se suaviza, los dos nos miramos fijamente noto como nuestras respiraciones están completamente aceleradas. 

Bajo mis manos rápidamente hasta el dobladillo de su camiseta sin apartar los ojos de su rostro. Me rectifico subo mis manos hasta su abdomen, donde ya hay una gran rotura. Él deja caer sus brazos a los lados de su cuerpo y yo bruscamente vuelvo a besarle, y rompo la camiseta completamente sin apartar nuestros labios y con los ojos cerrados.

INVICTAWhere stories live. Discover now