사십 ─cuarenta.

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─decidimos, con tu papá, y con los padres de lia, que deberían arreglar un noviazgo.─ habló el padre.

yeonjun no podía creerlo. tanto que se cayó. abriendo la puerta. saliendo del armario.

la atención de los mayores se centró en el caído. quién miró a soobin con arrepentimiento. lo había arruinado.

─¡choi soobin!─ exclamó el mayor. ─¡¿quién es este polizón en nuestra casa?!─

─es... un amigo.─ se paró, ayudando a yeonjun a levantarse.

─¡¿y qué hacía ahí? ¿escuchando todo?!─ gritó.

─¡no, no, señor!─ exclamó.

─es solo un amigo, amor.─ la mujer lo calmó. ─ya sabes cómo son los niños a esta edad.─

─mamá, ya tengo diecinueve.─ suspiró. ─traje a yeonjun aquí para decirles algo.─

─¿qué? ¿soobin? ¡¿qué?! ¡¿qué harás?!─ preguntó el rubio.

─me daba miedo decirles, por eso hice que yeonjun se escondiera allí. pero ya soy mayor, así que ustedes tienen que saberlo.─ habló.

los mayores asintieron.

─soobin, ¿qué haces?─ preguntó yeonjun en un susurro.

─yeonjun y yo...─ suspiró profundamente.

─¡soobin!─ lo llamó. exclamando. pero aún susurrando.

─yeonjun y yo nos mudaremos juntos.─ soltó.

─¿qué?─ preguntó yeonjun.

─¡¿qué?!─ preguntaron los padres del alto.

─como escucharon. soy bastante grande como para seguir ocupando lugar aquí. y como yeonjun es un gran... amigo.─ habló. ─decidimos mudarnos juntos. compartimos clases, tenemos la misma edad. es lo que queríamos decirles. ¿verdad, yeonjun?─

─ah... este... sí, era eso.─ sonrió. ─me disculpo por esconderme allí.─

─pero hijo, ¿estás consciente de lo que te acabo de decir? ¡no puedes mudarte ahora!─ exclamó el mayor.

─¿por qué no?─ preguntó.

─¡deberás mudarte con ella! así luego firmamos un contrato y-─ fue interrumpido.

─lo siento padre, pero nosotros ya pagamos todo. así que venía a buscar mis cosas. por eso no quise saludarlos. no hasta irme.─ sonrió nervioso.

los mayores suspiraron. pero el hombre habló. ─está bien. ya veremos cómo arreglar las cosas. que te vaya bien.─ sonrió.

─no intenten meter a hueningkai en eso, él apenas entiende de esas cosas entonces cederá. así que ni lo piensen.─ inquirió.

─ya, hijo.─ la mujer asintió. ─por cierto... tu nombre y cara se me hacen conocidos.─

─no lo creo. quizás se confunde.─ el rubio intentó tapar su cara con algo.

─es probable. bien, chicos. los dejamos hacer las maletas.─ sonrió la fémina.

─gracias, adiós.─ los empujó levemente.

cuando salieron soobin soltó un suspiro y se apoyó en la puerta.

─¡CHOI SOOBIN, ¿ESTÁS LOCO?! ¡¿TE DAS CUENTA DE LO QUE ACABAS DE HACER?!─ exclamó.

─¡sí, y lo siento~!─ hizo una carita. ─fue lo único que se me ocurrió en ese momento.─

─¡eres un tonto! creí que dirías que nosotros... ¡ah, ya no importa!─ dijo fastidiado.

─¿creíste que iba a decir qué?─ preguntó, acercándose a él. ─¿que tú y yo somos...?─

─¡cállate!─ le golpeó levemente la boca.

─yeonjunnie.~─ lo llamó.

─¿ahora qué?─ preguntó.

─¿puedo quedarme en tu casa...?─ cuestionó, con una sonrisa pequeña.

─no hacía falta que lo preguntaras. de todos modos me ibas a seguir igual.─ rodó los ojos.

─¡qué malo eres!─ le golpeó el hombro.

─si, si, ya. agarra tus cosas que tenemos que irnos porque a alguien se le ocurrió mentir de que viviríamos juntos.─ sonrió.

─¡ya te dije! fue lo único que se me ocurrió.─ hizo un mohín.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora