Sweet Creature 「JoutaKak」

I

Aclaración breve para evitar futuros conflictos y confusiones:

• Esta historia es JoutaKak; Jouta x Kakyoin. Si bien también habrá mención de Jotaro x Kakyoin, tomen en cuenta que esto es por obvias razones. Sobre aviso no hay traición.

• Esta historia es Omegaverse. Al ser Jouta un alfa traté de describir lo más ampliamente posible las dinámicas que este podría presentar. Y esto puede resultar hilarante (lo fue para mi al escribirlo), pero al ser Noriaki un progenitor omega es referido como "madre" en numerosas ocasiones. (En mi fic Songbirds es llamado "padre" porque es hombre, aquí es bigénero o no-binario o como ustedes interpreten a los omegas)

• Esta historia maneja temas delicados, como ya habrán notado solo con lo anterior, que abarcan; fantasías sexuales precoces, promiscuidad, incesto, adulterio/infidelidad, consentimiento dudoso y puede que más de una escena violenta.

• Esta historia tendrá tres partes. La primera se enfocará en la juventud Jouta como una serie de eventos complejos que desembocan en la consumación de su fantasía (estar con Noriaki), mientras que las dos siguientes tratarán de cuánto esto los afectará a futuro.

Sin más que agregar; ¡Gracias por leer!

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La primera vez que Jouta tuvo conciencia de ello, tenía trece años y estaban de viaje en Morioh. 

Habían llegado un par de días después del fin de año escolar, con los días volviéndose cada vez más calurosos. Jolyne insistió tanto en ir a la playa apenas estuvieron en el hotel que Jotaro, con el cansancio haciéndolo parece más viejo de lo que era, les condujo hasta allá sin siquiera desempacar las numerosas maletas en el automóvil. Las dinámicas en su familia eran casi siempre difíciles; si bien Jolyne era beta, su terquedad competía con los dos alfas de la casa y resultaba necesario que Noriaki interviniera como mediador – el omega poseía un carácter lo suficientemente fuerte para hacerles frente. ¿De qué otro modo podían mantener cierto orden?

El sol nunca le había resultado tan insoportable como ese día, incluso más insoportable que su hermana en sus peores berrinches. La arena ardía semejante a las brasas por lo que la chica corrió entre exclamaciones a la frescura del mar. Jouta se protegió con lentes, un gorro de pescador y su ropa más ligera para luego aplicar bloqueador en las zonas descubiertas como sus mejillas o brazos.

Las vacaciones de invierno eran sus favoritas. Podía usar todas las prendas que había tejido en el año, tomar chocolate caliente todos los días, visitar a sus abuelos, en general prefería esa época apacible un millón de veces antes que estar cocinándose con el calor de la playa que tanto amaban su hermana y su padre, este último había relajado ligeramente su ceño fruncido al sentarse justo donde las olas chocaban con la costa.

—Estrellita, ¿no piensas ir al agua?

—No, ni siquiera quiero moverme, Noni. La sombra es mi salvación.

Noriaki había reído con esa suavidad aterciopelada tan característica de su voz y llevado un largo mechón rojizo detrás de su oreja.

El apodo tenía sus orígenes en la infancia de Jouta, cuando este era un bebé incapaz de pronunciar correctamente las palabras pero ansioso por comunicarse con su madre, y aunque después de los once años únicamente lo dijera cuando solo estaban ellos dos todavía conservaba su valor sentimental.