Amores o imposibles [Terminada]

Epílogo

Te amo

Podemos escuchar las gotas al caer.

Podemos escuchar el rugido del viento. Sentirlo al golpear nuestro cuerpo.

Podemos apreciar cada cosa caer. Nosotros también caemos, nosotros nos levantamos si así lo queremos.

Han pasado dos años. No diré que han sido perfectos y que no ha habido peleas, las hemos tenido. Pero las hemos solucionado.

No me arrepiento de haberlo buscado, ni de estar con él. Hay momentos en los que me pregunto, ¿Cómo hubiera sido si yo no hubiera tomado la decisión de buscarle? No lo sabía y lo que menos quería era saberlo.

Fueron dos años de procesos lentos, dos años que me hicieron comprender muchas cosas. Creo ahora que lo que necesitaba eran motivos, los cuales en ese momento no veía, los busque porque así lo quise.

Ahora entendía que podemos ser una estrella, una luz, un faro, un ancla o una esperanza para otros...

Puede que yo no sea la estrella más brillante o más bonita, pero mi luz es propia.

Y tal vez no necesariamente necesitaba a Jaime para entenderlo, porque sólo tal vez, era algo que tendría que aprender sola. Pero no tenía por qué enfrentar a la vida sola.

Entendí tantas cosas y sé que he crecido, que tenía que crecer para entender porque había pasado por cada uno de mis tormentos.

La depresión llega a matar cuando perdemos la última esperanza. Y la culpa puede llegar a destruir tanto como la depresión.

Pero no era mi destino morir ese 15 de abril.

Habían noches que los miedos y el frío volvían a mí, habían noches que despertaba y solo quería llorar. Pero eran esas mismas noches en las que él al sentirme despierta, se levantaba y me abrazaba, dándome la fuerza que necesitaba.

Sus brazos se habían vuelto mi refugio para la tormenta. Pero ahora sin tapujos de nuestros sentimientos. Teníamos la libertad de expresarnos con facilidad con el otro. Me gustaba la forma en la que al vernos sonreímos como de forma automática.