Mi primer amor

★Día normal en el instituto★

Un día tranquilo por la mañana, suena el despertador son las 6:30, con una cara de indiferencia nuestra querida Erika se levanta, mira con anhelo por la ventana y decide ir preparandose para ir al instituto.

Termina de prepararse y finalmente sale de casa.
-Hasta luego, mamá, te quiero.-Le decía a su madre mientras cerraba la puerta.

-Hasta luego, cariño, ten cuidado.-Le contestó su madre.

Camino al instituto, se encontró como todas las mañanas a Nerea, su mejor amiga, una chica muy enérgica y alegre.
-¡Buenos días, despierta ya Erika!-Grito Nerea.

-!Aaish, todos los días igual! ¡¿Quieres dejar de gritar?! No son horas, boba.-Le decía Erika con un tono alto.

-Nerea se ríe-
-Mira quien grita ahora.-Decía Nerea con un tono burlón.
-No es lo mismo.-Decía Erika defendiéndose.

-Se echan a reir-
-Oh, Erika, ¿escuchastes sobre la quedada de esta tarde? Se supone que iran chicos también.-Dijo Nerea, intentando que se interesara Erika.

-No pienso ir, que aburrido.-Respondió al segundo Erika.

-Pues... ¿Sabes? Iremos al karaoke.-risita malvada- Añadió Nerea, sabiendo su punto débil, la música.
-¿Quééé karaokeee? Iré iré iré.-Decía Erika con una amplia sonrisa y unos ojos felices.
-Dios Erika, por fin espabilas.- Dijo Nerea, normalmente Erika suele ser una persona amigable y encantadora, pero con algunas personas, con las que tiene confianza, suele ser como más pasota y fría, cosa que debería ser al revés, excepto cuando se trata de música que parece echizada.

Llegan al instituto y un montón de chicos empiezan a piropear a Erika.

-!!Guapaa!!

-¡Cásate conmigoo!
-¡Estás más buena que el pan!

Y más cosas por el estilo se oían, no era de extrañar, al fin y al cabo, Erika era chica estudiosa y lista, con un buen físico y siempre era una persona amable y divertida con la gente, le costaba mucho coger confianza con las personas, por lo que era difícil ver su verdadero yo, pasota, fría, mal hablada, egoísta, hipócrita y sólo piensa en su bien, pero se le da muy bien fingir, así que, claramente, sólo las personas más cercanas a ella veían su verdadero yo

Se apresuraron en entrar a clase, mientras Erika tenía en su rostro una sonrisa tan agradable y una voz tan dulce mientras decía:-¡Buenos días!- que era capaz de enamorar a cualquien hombre en planeta.

Entraron al aula y tomaron las clases que les correspondían. Nada fuera de lo normal pasó, el típico alboroto por la chica ejemplar del instituto, mientras tanto ella seguía con su falso yo, como todos los días en el instituto.

Al fin, suena el timbre de salida.

CONTINUARÁ.....

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Holaaa~! ¿Qué tal les pareció?

Es mi primera historia, estoy abierta a sugerencias, críticas, opiniones étc..

Hacerme saber su opinion, si les gusto o no, si es aburrida, lo que sentistes al leerlo, ya sabes, intento entreterte^^

Gracias por su tiempo y leer mi historia.

¿Continuo?