Declaración de guerra

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Dejo de lado totalmente sus inseguridades y comenzó a correr en la dirección que se le había señalado pues solo lo había sentido un momento antes de que desapareciera.

Cuando llegó al lugar que creyó correcto se dió cuenta de que no había nadie que pudiera sentir cerca, miro a las copas de los árboles buscando algo pero ni siquiera habían pájaros sobrevolando el lugar, ahora que se daba cuenta, tampoco habían insectos cerca y en esos momentos el viento no soplaba como lo había hecho hace tan solo unos minutos.

- así que tú eres uno de los guardianes de esa diosa.

Justo detrás de él pudo escuchar esa voz, profunda y de tono más suave que el del mismo Hades, pero no por eso menos autoritaria. No se movió al instante, solo se quedó ahí parado tratando de buscar la energía que un ser como ese tendría en caso de igualar a los dioses, pero no encontró nada, no sentía nada en absoluto, de no ser por aquella voz estaría seguro de que estaba solo.

Cuando volteo se dió cuenta de que no estaba solo, un joven de cabello largo color rojizo atado estaba allí, ojos azules algo opacos y con un rostro fino y de facciones delicadas pero se notaba atractivo y parecía dedicarle una sonrisa de la cual dudaba su sinceridad.

Shun- ¿Quien eres?

Se mantenía alerta por cualquier cosa, ese hombre no le causaba confianza alguna y más cuando parecía consciente de quién era y no hacía más que mirarlo con cierta superioridad y burla escondida.

- mi nombre ya no se menciona y sería inútil que lo dijera, un humano como tú no podría mencionarlo, escucharlo, leerlo o escribirlo.

¿Era él? ¿Ese que tenía en frente era a quien buscaban? Se veía un poco diferente a lo que creyó que sería, y parecía ser hábil en lo que hacía, escondía con total perfección su cosmo y cualquier energía vital que pueda salir de ese cuerpo al grado de que de no ser visto, nadie se daría cuenta de que estuviera allí.

Shun- entonces eres tú.

Un asentimiento y pudo comprobarlo. No parecía hacer nada que fuera peligroso, sus movimientos eran controlados y apenas necesarios para hacerle saber al caballero que estaba vivo y que no era ningún tipo de estatua o alucinación.

- puedes llamarme con el nombre que tenía este cuerpo, según recuerdo era Azael.

Cuerpo... Entonces ese a quien veía no era el ser al que buscaban, esa no era su apariencia real, había tomado ese cuerpo de algún ser humano, quizás ese era el esposo de aquella mujer que había muerto y que ahora permanecía de cierta manera desaparecido pues lo tenía al frente.

Shun- no es tu cuerpo real.

Aquel hombre alzo una de sus manos, pero no de forma amenazante ni en forma de ataque, simplemente la uso para tocar su rostro, delineando ciertas partes con cuidado como si temiera que al hacer algo brusco fuera a desgarrar ese cuerpo robado.

Azael- no, no lo es, solamente lo tome prestado por el momento, no tienes que preocuparte, el alma del hombre que correspondía a este cuerpo se encuentra en un lugar bastante apacible ahora.

Eso no lo calmaba en absoluto, Athena no le había dicho nada acerca de cómo se veía aquel ser que tenía al frente, mucho menos Hades. Esa persona a la que usaba como cuerpo, su alma, ¿Estaba en un lugar apacible? No estaba seguro de como funcionaba eso de la posesión como tal, solo había estado unos momentos en ese estado y no recordaba nada más allá de un vacío eterno e inquietante, ¿Podían haber otros escenarios para algo así? Lo dudaba.

Shun- ¿Que quieres?

Azael- bueno, no es nada importante, no pienso atacarlos por ahora así que se me hizo mejor idea ver a uno de los guerreros de Athena y por lo que veo... Un aliado más que cercano de Hades.

un viaje al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora