Golpes

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Jimin estaba perplejo de lo que estaba ocurriendo, pero en un segundo cerró los ojos y se dejó llevar. Su mano se posó con suavidad en la mejilla de ella y la apretó delicadamente; no era un beso pasional ni con fines de calmar sus deseos sexuales. En realidad siempre se había preguntado cómo sería besarla a ella, los labios de Eleanor lo acariciaban con suavidad y el ligero toque de sus cabellos en su rostro enviaban una sensación de calidez en su interior. Se sentía feliz.

Cuando se separaron, Jimin abrió los ojos con lentitud por el temor de ver la mirada de ella. Eleanor no entendía cómo accedió a tal locura de besar a Jimin, no se comparaba a ninguna persona porque la verdad no tenía con quien comparar tal beso...había sido único. Estaba lleno de ternura, inocencia y cariño, todo lo contrario a los besos que se daba con Matthew o con los que se dio con Harry. Era diferente.

Jimin tocó su labio inferior y tragó saliva, había besado a Eleanor. Sus emociones se sentían como un remolino dentro de él, la verdad era que deseaba nunca haberle pedido un beso. ¿Por qué lo hizo? ¿era un idiota? Si, lo era. El temor de perderla como amiga comenzó a inundarse en todo su ser, sus emociones estaban en conflictos una con otras; una parte estaba brincando de un solo pie por ese beso y otra parte se estaba golpeando la cabeza contra una pared por el solo haber pedido tal cosa. Pero la verdad era que quería volver a besarla, volver a tocar su mejilla.

"Solo una vez más" pensó Jimin.

De repente volvió a la realidad, estaba en una relación con Sophie y el haber besado a Eleanor significaba que le fue infiel. Cometió lo mismo que hizo Andrew, era peor persona que él porque al contrario de Andrew, él si quería hacer feliz a Sophie. Eleanor observó con el ceño fruncido a Jimin quien se levantaba del lugar llevándose consigo la sábana que los estaba arropando, el humor de su amigo cambio de un momento a otro.'

"Tal vez no le había gustado el beso" pensó Eleanor decepcionada.

—Lo siento, no sé de dónde saqué esa loca idea —dijo Jimin de espaldas rascándose la cabeza.

—A veces los amigos se besan para comprobar si hay algo que pueda nacer de esa amistad —contestó Eleanor tomando una taza de jugo en un intento de ignorar la aurora de incomodidad.

—¿No sentiste nada? —pregunto temeroso de la respuesta.

Se giró y la vio reflexionando un poco, una parte de él ya estaba preparado para la respuesta de su amiga. Ya lo tenía claro porque en realidad Eleanor no solo estaba cambiando al relacionarse con las personas, sino también en su relación con Matthew y lo que más temía Jimin estaba ocurriendo. Ella se estaba enamorando de Matthew.

—Eres buen besador. ¿Por eso muchas chicas te quieren como pareja?

—Entonces, eso es un no —afirmó Jimin.

—No significo nada. Fue un beso...¿espontáneo?

Se rió de sí mismo, era un chiste. Sus pensamientos eran contradictorios, no quería engañar a Sophie de ninguna manera pero al mismo tiempo quería que Eleanor sintiera algo por ese beso, aunque fuera inútil. Para Jimin, nunca había intentado nada con Eleanor de manera romántica y por más que le gustara, estaba bien tener un amor unilateral. Nunca había hecho algún esfuerzo para pasar esa línea entre amistad y romance excepto esa noche, para él, la amistad de ella era más importante que le respondiera sus sentimientos.

Y lo mismo ocurría para Eleanor, la amistad de Jimin era más importante que cualquier cosa. Ambos jóvenes básicamente habían crecido juntos, ambos estuvieron al lado del otro cuando los eventos traumáticos ocurrieron como la muerte de la hermana de Jimin y el abandono del padre de Eleanor. Siempre se tendrían el uno al otro. ¿Por qué sacrificaría su amistad para cambiarla por una relación romántica?

Un amorío secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora