Ellos

719 76 17
                                    

Un año después

Las olas del mar golpeaban contra las rocas una y otra vez creando un ambiente tranquilizante para cualquier personas que buscaran la paz en aquel momento. Los ojos de ella se encontraban cerrados, su pie derecho se movía al tempo de la canción que probablemente se encontraba escuchando ignorando la serena melodía de la naturaleza. Se mordió su labio para ocultar la sonrisa que quería mostrarse en su rostro con solo verla y apretó el agarre de su mochila antes de caminar hacia ella para llegar a la hora de su cita acordada; sin embargo, antes de poder continuar su camino, la mirada de ella ya estaba sobre la de él.

Su respiración se atascó cuando ella lo recibió con una gran sonrisa que solo él y Dios saben cuanta tarea le tomó a ella recuperarla. Y aun no la había recuperado por completo, aun le costaba trabajo mostrar no solo su sonrisa sino también sus sentimientos al temor de ser juzgada, estaba aprendiendo abrirse a las personas así como un bebe aprende a caminar. Sus dientes soltaron su labio inferior y le brindo una sonrisa la cual ella la consideraba como sanadora.

Eleanor palmeo al lado de ella para que Jimin se apresurara; había terminado sus actividades de la universidad y las envío en un tiempo récord antes que se caducara el link. En menos de tres minutos, Eleanor envió las cuatro actividades pendientes que no había podido realizar debido al trabajo que tenía en la librería y Jimin pidió el día libre para poder pasarlo junto a ella. No fue fácil mudarse de su hogar a un lugar desconocido para ambos y más cuando eran dos jóvenes quienes aún no terminaban sus estudios universitarios y tenían muy poco dinero en sus bolsillos.

La noche que huyeron de la ciudad lo hicieron a una velocidad luz; Eleanor tomó las cosas esenciales de su casa mientras que Jimin empacaba la poca ropa que tenía en su apartamento. Cuando sus manos entraban en contacto con alguna prenda de vestir de ella o algún libro, estas temblaban de la ansiedad que abarcaba su cuerpo. ¿Cómo podría dejar a su madre desamparada sin que ella conociera su ubicación? se volvería loca al no encontrar alguna pista de ella y temía romperle su corazón; sin embargo, aquellos pensamientos eran evaporados con rapidez de su mente debido a la razón de su decisión.

Ella no huía porque quería alejarse de su madre u olvidar a Matthew, ella huía para poder sanar.

El corazón de Eleanor se hubiera roto si se enterara cuánto tiempo su madre le tomó para darse cuenta que su hija desapareció, aunque nunca lo sabría porque en ese momento ella se encontraba junto a Jimin en un bus sin algún rumbo fijado. La adrenalina y el temor de arrepentirse los llevó a tomar el primer bus que saliera de la terminal, luego se preocuparían por su destino final una vez que pudieran poner en orden sus pensamientos.

Ninguno de los dos habló en todo el transcurso, las únicas voces que escuchaban eran la de las personas que entraban y salían del bus para llegar a su destino y de las voces melodiosas que salían de sus audífonos; sus manos se encontraban entrelazadas con temor de separarse y no volverse a encontrar en la oscuridad infinita, la cabeza de Eleanor estaba recostada sobre el hombro de Jimin quien enrollo una sábana que sirviera como almohada. Las personas fijaban sus miradas en ellos debido a su vestimenta, Eleanor aún se encontraba con el vestido de dama de honor y Jimin vestía un traje. Creían que estaban presenciando la huida de dos amantes heridos debido a la opresión de sus padres.

Al llegar a su destino, se miraron preguntándose uno al otro por cuál podría ser su nuevo hogar. Eleanor apretó el agarre de Jimin temiendo el haber tomado una mala decisión nuevamente; su respiración comenzó acelerarse por los pensamientos intrusos y destructivos que estaba teniendo; Jimin la guió hacia una silla y enlazó sus dos manos con las de èl para ser su soporte. Eleanor se mordió con fuerza su labio al no saber como controlar aquello que fuera que estaba sintiendo provocándose una pequeña herida.

Un amorío secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora