Inocente Flirteo

Capítulo 16

Por supuesto que deseaba que alguien le diera su merecido a ese cerdo, pero no precisamente Ben. Eso solo complicaría las cosas, pues ahora no solo Lía estaría en problemas, él también. De momento intento apartarme.

-Por favor -Suplique de nuevo. Ben me miro, como si apenas fuera consciente de que era yo.

-Marja -Note como se relajaba un poco. Él parecía intacto, el profesor sangraba del rostro, sin duda le había pegado duro.

- ¿Qué está pasando aquí? -Pregunto el perfecto.

-Este loco que vino a golpearme -Alego el profesor. Detrás del perfecto, estaba Lía y otros chicos. Nos miró a todos comenzando por la cara del profesor.

-Vamos a la enfermería -Le dijo al profesor- Marja y Ben, tendrán que venir conmigo a la dirección.

-Claro -Contesto firme Ben.

- Por ahora vamos profesor, lo llevare primero a la enfermería.

- ¿Y él? -Pregunto mirando a Ben con gesto molesto.

-En un momento lo llamare y a ti, Marja también. Así que no piensen en retirarse.

-Descuide, no lo haremos -Aseguro Ben. Tenía que sacarlo de ahí, antes de que pasar algo peor.

-Vamos, Ben -Lo tome del brazo y salimos, abriéndonos paso entre los curiosos que se habían aglomerado en torno al lugar. No tenía idea de adonde llevarlo, pues seguro que nos seguirían los metiches.

-Por aquí -Dijo Ben, me jalo y me llevo al baño de hombres. Lo mire como si estuviera loco y negué.

-Yo no puedo entrar ahí -Alegue.

-Demasiado tarde -Abrió la puerta y me hizo entrar. Me quede junto a la puerta, mientras él revisaba los sanitarios- No hay nadie -Eso no me tranquilizaba, cualquiera podría entrar y seria bochornoso- Ven -Me tomo de la mano y me llevo a los lavabos.

- ¿Por qué... -Me tomo de la cintura y me sentó sobre el lavamanos- Oye...

-Niña ¿No te dije que si te hacia algo ese tipo, debías decir? -Reprocho.

- ¿Qué?

-Marja. ¿Estás loca? ¿Cómo se te ocurre pensar hacer algo como eso?

-No iba a hacer nada -Me defendí. Pero me miraba con un gesto reprobatorio.

-Eso es lo que crees tú.

-Ben. ¿Acaso no me conoces? Jamás haría algo así con ese tipo.

-Escúchame -Dijo rodeando mi cintura y acercando su rostro al mío- Sé que no lo harías, pero no tienes porque arriesgarte. No puedes estar segura de que él no te haría nada. Ademas, yo estoy para protegerte -Me dio un golpecito en la cabeza.

-Oye...

-Debes escuchar lo que te digo -Acaricie su mejilla. Me gustaba que me protegiera.

-Estamos en serios problemas, no debiste pegarle y menos dejarlo de ese modo.

-Se lo tenía merecido -Contesto encogiéndose de hombros.

-No me hizo nada.

- ¿Estas segura? Porque eso no fue lo que me dijeron -Puse los ojos en blanco, esa Cáterin ¿Cómo se le ocurría contarle?

-Ben. De todos modos, ahora estamos en serios problemas ¿Eres consciente de eso?

-Tú no estás en problemas. Además ya te lo dije, no iba a permitir que te pusiera un dedo encima.

-Yo tampoco pensaba hacerlo.

-Eres demasiado ingenua -Me tomo de la nuca y acerco mis labios a los suyos- Los hombres somos unos lobos.