Disaster, dei sei in America.

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— Tío, ¿te has dado cuenta de que tenemos cinco dedos en la mano...? -preguntó Escorpio tumbado en la camilla contigua a la de Virgo- Hala, y en esta mano también. -sus ojos se abrieron al máximo, a la vez que movía lentamente sus manos frente a sus ojos.

Libra, que había llegado al hospital hacía media hora, observaba a ambos signos sentada entre los dos.
Bufó, harta, intentando no gritarles.

— Lo has dicho como siete veces ya, Escorpio. ¿Por qué no te callas la boca un ratito? -cogió de la bandeja un bollo de leche y se lo metió entero en la boca a su amigo, observando cómo se tranquilizaba por momentos- Así mucho mejor...

— Libra... -Virgo estiró su mano hasta agarrar el abrigo de Libra y tirar de él, llamando su atención- ¿Por qué hay una jirafa verde intentando entrar a la habitación?

La rubia agarró esta vez un bolígrafo y lo lanzó con todas sus fuerzas hacia la puerta, haciendo que acabase en el pasillo del hospital.

— La has matado, Libra, vas a ir a la cárcel por esto. ¿Y si era una jirafa buena qué? Ni siquiera te has indignado en conocerla.

Virgo se giró en la camilla, dándole la espalda a Escorpio y a Libra.
El teléfono móvil de la joven empezó a sonar en su bolsillo, y lo sacó antes de que ambos reaccionaran.

— ¡Es la alarma de incendios! -gritó Virgo, levantándose de la camilla. Todos los cables a los que estaba conectado se cayeron al suelo, y salió corriendo medio desnudo al pasillo- ¡Estoy en llamas! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Libra observó cómo Virgo rodaba en el suelo, mientras los demás se le acercaban para intentar calmarlo.

— ¿Ha dicho incendio o bocadillo de jamón? -preguntó Escorpio, dejando el bollo de leche en la bandeja- Porque si es lo segundo, yo quiero tres -acto seguido levantó siete dedos.

Cuando el teléfono volvió a sonar, Libra descolgó la llamada, y presionó el móvil a la oreja mientras veía cómo Virgo se tiraba por una de las ventanas del hospital.

— ¿Sí, Acuario? -respondió, con el rostro y la voz calmada, mientras gritos se oían desde la primera planta.

— ¿Cómo están Escorpio y Virgo? -sollozos se oían cerca de donde estaba Acuario- He oído que les han inyectado mucha anestesia.

— Na, todo está perfectamente. Te llamo luego.

Colgó la llamada, para más tarde asomarse a esa misma ventana por la que había saltado Virgo, y percatarse de que varios médicos trataban de sujetarlo sin ser mordidos.

— Uich, eso va a doler... -hizo una mueca de pena después de ver cómo usaban un taser con Virgo.- ¡Escorpio! ¿Tú sabes si tenemos tiritas en casa? Porque vamos a necesitar como unas mil.

— ¡No, pero tenemos guisantes congelados!

— Na, eso valdrá. -agitó la mando restándole importancia y volvió a sentarse al lado de Escorpio para empezar a jugar con su móvil.

(...)

— Capricornio, te lo vuelvo a preguntar... ¿Qué coño hacemos en Jamaica? Hace menos de seis horas estábamos en Alabamas.

— Creo que dijiste que querías ir al baño público... -se rascó la cabeza intentando recordar- Y después me acuerdo que desperté a tu lado en la cama de un hotel.

Aries suspiró cansada, para después enrollar la revista que había sobre la mesa y empezar a golpear con eso la cabeza de Capricornio.

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⏰ Last updated: Aug 28, 2020 ⏰

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