En el coche de papa...

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Después de volver a discutir entre todos en la entrada del instituto, se decidieron por ir todos en el coche de Capri, el cual tenía ocho asientos y un gran maletero para meter ahí a Géminis.

Sagitario y él estuvieron peleándose para saber en cuál de los dos coches irían, pero a decir verdad Sagi no tenía aún ni carnet de conducir.

Todos corrían como salvajes para coger los mejores asientos, empujándose, dándose mordiscos y poniéndose la zancadilla unos a otros, hasta que al final llegaron a las puertas del vehículo y entraron dentro apelotonándose.

— YA BASTA -chilló Capricornio enojado, sentándose en el asiento del piloto y mirándoles por encima del hombro con el ceño fruncido.

La primera en alzar el rostro fue Aries, la cual estaba tumbada boca abajo sobre los asientos del medio, y tenía además un zapato destrozado en su boca, casi como un animal de la selva.

— Crejo que no cajbemos tojdos... -dijo como pudo, ya que seguía mordiendo el zapato.

— Anda, dame -pidió ya mas tranquilo, acercando la mano a sus labios para poder quitarle la zapatilla, la cual estaba llena de mordidas y saliva fresca. Cogió y con todas sus fuerzas lanzo la zapatilla por la ventana, haciendo que cayera fuera del coche- Primera norma... Géminis va en el maletero. 

— ¿Qué? ¿Por qué yo? -preguntó ofendido. Era el único que estaba sentado tranquilo en la parte trasera, con su cinturón puesto y una cara de confusión enorme.

La puerta a su lado se abrió de golpe y el cuerpo de Acuario asomó, dejando ver que estaba listo para sacarlo a la fuerza. Se encorvó hacia delante y lo cogió de los tobillos, mientras que su cinturón se abría gracias a las pequeñas manos de Cáncer que cabían entre los asientos del medio. Géminis fue arrastrado por el suelo hasta el maletero, mientras gritaba.

— PERO SI NO HUBO NI UN JUICIO -gritaba despavorido, dando palmadas para que la gente le hiciera caso- ALO, POLISIA, ME RAPTAN.

Cuando lo metieron dentro y cerraron bien la puerta, oyeron la voz de Piscis, la cual estaba sentada en los asientos del medio. Virgo se asomaba por la puerta de al lado de Piscis, poniéndole el cinturón como a una niña pequeña.

La voz de Piscis era bastante baja, pero aún así todos se callaron cuando ella empezó a hablar.

— Yo creo que podemos ser civilizados y podemos sentarnos en la piernas del otro. Hasta que de alguna manera consigamos un coche más grande -al terminar de hablar, Virgo sacó la cabeza y las manos de su asiento y se cuestionó su idea rascándose dudoso la nuca.

— Pues... -Virgo empezó a hablar intentando que alguien lo oyera, como habían hecho segundos antes con Pi. Pero solo consiguió un zape de Leo y oír la voz de Capri entre la multitud.

— Wo, wo, wo, señor de las princesas disney. Este es mi coche y opino yo... -antes de terminar de hablar, con un tono serio y frío, Aries carraspeó y empezó a gritar tomando las mejillas de Piscis.

— CAPRI, HAZLE CASO. CON LO ADORABLE QUE ES SEGURO QUE TIENE RAZÓN -todos pusieron los ojos en blanco y Capricornio rodó los ojos listo para quejarse.

— A ver... La chica medio pez o como se llame... -Capricornio se notaba que le hablaba tranquilo a Piscis, pero Leo aun así frunció el ceño y le contesto malhumorada.

— Se llama Piscis... -se cruzó de brazos la Leona y Capricornio la miró desafiante antes de volver a fijarse en "la medio pez".

— Bueno, Piscis -Capricornio remarcó su nombre y siguió hablando normal- Muy buena propuesta. Pero no tenemos dinero para comprarnos un coche mas grande.

— No te quejes, rubio de bote -Tauro, con sus gafas de sol al revés, su mochila colgando de su hombro y su chaqueta de Rugby entró como si nada en el asiento de copiloto, haciendo que Capri lo mirara confuso- Yo lo soluciono.

Todos los miraron con la ceja alzada, y Libra, ya sentada en el asiento del medio de la fila del medio, se dio una torta en la cara y negó con la cabeza al oír a Tauro.

— Vamo' a ve', chicos. La guapa esa que se quede en su sitio —Tauro señaló a Libra, sacando medio cuerpo entre los asientos de Piloto y copiloto, y dejando ver una cara de superioridad -Pi que se siente en las piernas de Papa Virgo; Leo se puede sentar detrás de mí; Acuario que se siente al lado de mi meja -señaló a Libra divertido, asintiendo con la cabeza, mientras que Libra seguia negando con la cabeza dramáticamente- El castaño este que parece tener mala aura que se siente al lado de mi Leona preferida -Tauro revolvió el pelo de Leo, mientras esta lo miraba mal. Escorpio bufó cansado y se sentó al lado de la chica.

— NO. -Géminis desde el maletero dio unos golpes con los puños contra el cristal para llamar la atención- QUE MI AMIGO EL PISHA LARGA TIENE QUE ESTAR AL LADO DE LA PELINEGRA ESA.

Piscis alzó el rostro confusa y miró por encima de su hombro al maletero. Mientras tanto, Escorpio hacia señas hacia los chicos de su casa para que no dijeran nada más sobre su crush en ella.

— ¿Ya estás enamorado de mí, pequeño? -rió divertida Sagitario, tomándolo de los hombros desde el asiento de la izquierda de Escorpio.

— Alejate de mí, bicho -puso su mano en la cara de la chica y la empujó hacia atrás, haciendo que esta se cayera y empezará a reír divertida.

— En el fondo me amas -volvió a reír, colocando su mano en su abdomen, y dejando su espalda sobre la puerta como apoyo.

—¡CALLARSUS YA! -gritó Tauro y señaló a Leo con su dedo índice- Tendrás que llevar encima a Géminis.

— ¡WUUUUHU! -gritó Géminis desde el maletero, dándole una patada al mismo y abriéndolo. Salió riendo como un loco y cerró de nuevo el maletero, corriendo hacia Leo subiéndose los pantalones con las manos.

— ¡CON ESE NO!  -chilló Leo, señalando a Géminis sin mirarlo, mientras él intentaba entrar al coche de alguna manera u otra.

— Shhh -Tauro pasó su dedo índice por los labios de Leo para callarla y siguió hablando sin oír sus quejas- Aries irá en la parte de atrás del todo, en el asiento de la izquierda.

Aries le hizo casi sin rechistar.

— Bien, Cáncer que se siente sobre los pies de Aries, y que Acuario dejé de parecer empollón -Acuario lo miró serio, sosteniendo un libro entre sus manos- Creo que todo esta en su sitio... BIEN, VAMOS -gritó muy alto, sentándose bien y poniéndose el cinturón.

Después de media hora conduciendo, Capricornio frenó de golpe en un semáforo en rojo, haciendo que Sagitario se echara bruscamente hacia delante y se estrellara de cara contra el asiento de delante.

—Espera... ¿A dónde vamos? -preguntó el rubio, con el ceño fruncido y mirándolos por el espejo retrovisor.

— OH, VENGA YA -gritó Virgo enojado, alzando el rostro para mirar por encima del hombro de Pi.

Residencia ZodiacalWhere stories live. Discover now