Cereza

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La alarma había sonando, lo cual alertaba a la joven que pronto llegarían sus padres, apago la alarma y se volteó hacia el otro lado para dormir otro rato, cuando de repente se dio cuenta que un joven de tez morena dormía en la misma cama de ella.

—¡Ahhh!—grito la joven.

—¿Qué hora es?—preguntó entre bostezos Lukka.

—¿Cómo que qué hora es?, ¿Tú qué haces aquí?—dijo alterada.

—Buena pregunta, verás resulta que ayer nos conocimos, platicamos un rato y terminamos...ya sabes—señaló hacia los pies de la cama—además te pregunte que si querías salir conmigo jeje—dijo sonrojado.

—¡No!, o sea si, pero no, como pude, eso me pasa por seguir los famosos consejos de Alya, "si te gusta dátelo"—decía tapándose la cara con una almohada.

En eso se escucha el motor de un carro en la cochera.

—¡Mierda!,mis padres!, rápido Lukka necesito que recojas tus cosas y te vayas—se levanta para ayudarle a recoger sus cosas.

—Esta bien, pero antes me podrías explicar que está pasando—dijo tallándose los ojos.

—Mis padres regresaron mas temprano de lo que pensé, y por obvias razones no puede saber qué estuviste durmiendo conmigo—decía mientras se ponía una bata.

—Entiendo, no te preocupes saldré lo más rápido posible—guiño el ojo.

De pronto se escucharon unos pasos, alguien estaba subiendo las escaleras, Marinette le indicó al chico que subiera por las escaleras al balcón.

—Hola hija, regresamos antes, veo que aún sigues en pijama—dijo Sabine.

—Que bueno, me alegro—mencionó—¿Qué es lo que tienes en las manos?—cuestionó la joven , señalando la bolsa.

—Es una planta que compramos en el viaje, verdad que es bellisima—la saco de la bolsa.

—Si lo es, ¿Dónde la podrás?—preguntó.

—En el balcón junto con las otras plantas, se verá muy hermoso—dijo con una sonrisa.

Sabine se dirigió hacia las escaleras, pero Marinette la jalo de brazo.

—¿Todo bien?—levanto una ceja extrañada.

—Quiero abrazarte, te extrañé mucho—colocó su planta a un lado para abrazarla

—Hija que ñinda, pero solo nos fuimos el fin de semana, no fue tanto tiempo—acaricio su cabello.

—Para mí fue un eternidad—mencionó fingiendo tristeza.

—Supongo que te sentiste muy sola estos días —se despegó del abrazo.

—Demasiado—mencionó mientras recordaba todo lo que había hecho con Luka.

—Pero tengo que subir la maceta y regalar las flores del balcon—dijo subiendo las escaleras.

En ese momento su padre toco la puerta y entró.

—Hija regresamos, mira te traje unos bizcochos rellenos, yo los hice,es una nueva receta que aprendí en el viaje—guiño el ojo.

—Jeje gracias,deben estar ricos, Ahorita los pruebo, primero me visto—mencionó fingiendo una sonrisa.

La chica no sabía que más hacer, estaba nerviosa y preocupada de que fueran a ver a Luka,en eso un golpe se oyó que provenía del balcón.

Besos sabor margarita  {{Lemon}} (Lukanette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora