Taxi

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Marinette se acercó a la barra donde seguía su amiga, la cual seguía tomando como barril sin fondo.

—Alya ya deja de tomar, le prometí a Nino que te cuidaría—le quito su copa.

—Jaja ni he tomado tanto, aparte yo me sé cuidar sola—le arrebató la copa.

—Amiga ya me voy, te voy a pedir un taxi para que te lleve a tu casa—sacó su celuar.

—¿Ya te vas?, ¿Tú sola Dupain-cheng?—levanto una ceja extrañada.

—Jeje no, invite a Luka a mi casa—dijo apenada.

—Wow,mi pequeña niña se ha convertido en toda una mujer, estoy orgullosa de ti—se puso a llorar.

—No llores—río la joven.

—Perdón me emocioné—se limpia la nariz—estoy orgullosa, después de 21 años por fin alguien estará en tu casa, contigo a solas—la abrazo aún sollozando.

—Shh baja la voz,no quiero que medio París lo sepa—la regaño.

—Es que amiga, por fin después de tanto tiempo alguien cogerá contigo—mencionó divertida.

—¡Alya!—dijo sonrojada.

—¡Qué!, es normal, somos seres humanos y tenemos muchas necesidades entre ella tener relaciones sexuales—guiño un ojo.

—Si pero no me gusta hablar de esas cosas—dijo enojada.

—Cálmate percinada, ni que fuera algo malo, además ya te hace falta quien calme tu mal humor—mencionó riendo.

—Ashh por eso no me gusta que tomes tanto, te pones a ventilar la vida de todo mundo—le volvió a quitar su copa.

—Jaja amiga te amo, no te enojes conmigo, eres mi mejor amiga, más bien mi hermana del alma—se puso a llorar.

—Te un pañuelo—se lo dio—Ya cálmate, no hagas un drama de esto—suspiro con profundidad.

—Bueno, bueno, entonces ya estas lista para la acción—dijo con picardía.

—No creo que pase nada, quizás unos besos y ya—mencionó.

—Aja, si claro y yo soy una superhéroina—dijo con sacarmo.

—Te lo juro—guiño un ojo.

—Marinette Dupai–Cheng, ¿Me quieres ver la cara de idiota?.

—No, esa ya la tienes—río a carcajadas.

—Que fea eres—le sacó la lengua—Amiga somos jóvenes, tenemos las hormonas a flor de piel, tú crees que solo será un faje, pero no querida no crees que se queden ahí—dijo con un tono pícaro.

—Tienes razón, me debo cambiar ponerme algo más provocador—se quedo pensando.

—Ponte un cachetero, eso les gusta a los chicos—mencionó.

—¿Qué es eso?—preguntó levantando una ceja.

—Ay amiga, a veces pienso que una niña de 12 años sabe más de sexo que tú—dijo con un suspiro.

—Claro que no, recuerda que yo lo hice antes que tú—dijo enojada.

—Si pero una vez, así que no cuenta, aparte tú me contaste que la ereccion del chico no aguanto más que unos minutos.

—Okey entonces dime ¿Qué es un cachetero?—volvió a cuestionar.

—Una tanga jaja, pobre alma en desgracia—agarró su celular y le enseño.

—Jajajaja no era necesario que me las mostrarás.

—Más vale, que tal si no sabes que es una tanga—guiño un ojo.

—Oye deja de insinuar que soy inocente—mencionó enojada.

—Esta bien, amargada—susurro.

—¿Qué me dijiste?—pregunto furica.

—Nada, que si ya te vas a ir—dijo cambiando de tema.

—Ya casi, nada más que venga Luka por mi, fue a dejar su guitarra—suspiro.

—Creo que a alguien le urge llegar a su casa—sonrió con picardía.

—Quizás, la verdad si, ya quiero estar a solas con el—dijo apenada.

En ese momento Luka llegó por de atrás de Marinette tapándole los ojos con sus manos, para después darle la media vuelta y enseñarle una rosa.

—¿Te gusta?—pregunto con timidez el joven.

—Si, esta bellísima—contesto la azabache.

—¿Lista para irnos?—cuestionó dándole un beso en la mano.

—Por supuesto—tomo su mano y se dirigieron a la salida.

—Adiós amiga, ¡suerte con tu galán!—grito Alya.

  Marinette la volteo a ver con unos ojos que si fueran pistolas su amiga estaría en el otro mundo.

Los jóvenes tomaron un taxi para dirigirse a la casa de la joven Dupain-Chen, en el transcurso del camino se podía sentir un silencio incómodo, ninguno de los 2 sabía qué decir, él camino parecía eterno hasta que por fin llegaron.

El joven bajo primero, sujeto la mano de la azabache ayudándola a bajar del taxi, caminaron hacia la entrada, antes de abrir la puerta el joven la agarro de la cintura y la abrazó.

—¿Qué haces—cuestionó la joven ante inesperado abrazo.

—Yo...si  te molesta te suelto—dijo  en su oído.

—No, por favor no—lo sujetó del cuello.

—Sabias que esta noche es diferente—susurró el joven.

—¿Enserio, porqué?—pregunto intrigada la chica.

—Porqué conocí a una niña linda, que tiene los ojos más bellos de todo París—le dio un beso en la mejilla.

La chica se sonrojó ante tal halago, para luego corresponder con un beso en la mejilla del joven, así los chicos se empezaron a dar pequeños besos en las mejillas, hasta llegar a los labios donde el beso se volvió lento y tierno, para luego convertirse en un beso más intenso, en ese beso podían sentir el deseo de estar juntos.

Los chicos se despegaron por falta de aire, se quedaron mirando el uno al otro, sus ojos brillaban, ambos sabían que querían más, que no sólo querían besos, sino querían sentir caricias, el roce de sus cuerpos a media noche, a la luz de la luna en la ciudad del amor.

Continuará...

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Hola chic@s, espero que les haya gustado.
Muchas gracias a todos por apoyar esta historia.
Los quiero <3

Besos sabor margarita  {{Lemon}} (Lukanette)Where stories live. Discover now