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Viernes, febrero 10.

De la casa a la escuela, así había sido la semana de Mark. Todo era culpa de Jisung y su gran boca soplona, Mark no entendía que tanto le costaba a Jisung ser más discreto, literal habían logrado salirse con la suya y regresar antes que sus padres, ellos no tenían ni la mínima sospecha de su huida, pero no, obvio a Jisung debía salírsele en plena cena familiar el como Mark había vomitado de trayecto a casa ese mismo día.

Y así terminó castigado. Claro que intentó excusarse con decir que quería acompañar a su hermanito menor, pero ni así se salvó.

Al menos para Mark había valido totalmente la pena porque para el lunes Donghyuck pasó por su lado en el pasillo y lo saludo amablemente justo como antes.

Mark seguía confuso respecto a eso pero esperaba preguntarle más adelante, aún lo tenían pendiente.

—¿Así que hoy termina tu castigo?

Donghyuck se sentó suavemente a su lado, tan suave que Mark no lo notó hasta que este habló, por supuesto ocasionó un pequeño susto en Mark haciéndolo saltar en su asiento a la vez que tiraba sus audífonos.

—Mier- Hyuck, hola.

La voz de Mark subió tres octavas y la atención, mejor dicho, mediana atención que estaba en el libro, pasó a estar completamente en Hyuck y su linda sonrisa.

—Uh, ¿mierda? ¿Eso ibas a decir? Qué boquita, Lee—sin desviar su vista del libro, Jungwoo acotó cuál padre a la vez que negaba y chasqueaba la lengua—Hola, Hyuck, sí, el muchacho hoy termina el castigo, porque escaparse al parque de diversiones es lo que hacen los maleantes de ahora.

—Pensé que Jisung estaba pasando por una fase marihuanera, que sé yo ¿me puedes culpar por estar preocupado de mi hermano?

Donghyuck miraba la discusión como si un partido de tenis se tratara.

—Jisung hasta hace cuatro meses lo más salvaje que había hecho en su vida fue jugar pubg hasta las cinco de la mañana.

Mark quería refutar pero Jungwoo tenía razón así que nada más se calló y lo dejó leer su libro en paz. Además, estaban en la biblioteca y si seguían hablando tanto Moon los iba a regañar y entonces Jungwoo se molestaría con él por ser muy ruidoso.

—Bueno...—Donghyuck arrastraba las letras intentando captar nuevamente la atención de Mark—Oye la semana pasada fui junto a Renjun a la plaza detrás de la escuela y hay un camión de crepés, debe ser nuevo porque no lo había visto, pero el punto es que las compre y Mark, son lo más rico de la vida te lo juro debes probarlas.

La mirada perversa de Jungwoo hizo su aparición, claro que no pasó desapercibida por Mark, pero él ya era un tomate así que simplemente lo ignoró, no podía procesar las palabras de Donghyuck si Jungwoo le daba miradas pícaras de complicidad.

—Pues a mi me gustan mucho las crepés—expresó torpemente, ¿qué más debería decir? No estaba seguro si era una invitación o una simple recomendación para ir y comerlas solito.

—¡Podemos ir mañana después de la clase de Jisung!

La sonrisa de Mark apareció rápidamente, era estupendo, si era una invitación. La verdad las crepés le daban igual, el dulce no era precisamente su debilidad.

—Primero debemos preguntarle a mamá pero quizás ya se compadeció por dejarnos encerrados toda la semana—respondió, tomando en cuenta a Jisung de antemano.

—No, Jisung no irá. Él, él me dijo que no le gustaban.

El dulce, como había explicado, no era su fuerte pero Jisung... era como un nene de ocho años, mientras más azúcar mejor, pero si su hermano no quería ¿quién era él para obligarlo?

—Qué—se trabó antes de continuar— r-raro es Jisung, ¿a quién no le encantarían?

Por supuesto, a él.

Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»Where stories live. Discover now