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Jueves, noviembre 3.

Como la vez pasada, ese día Mark decidió no asistir a la práctica del equipo de basquetbol, en cambio, estuvo toda la tarde en la biblioteca, claro que esa opción fue dada por Jungwoo en su afán porque el canadiense dejara un poco su obsesión.

—¡Estoy aburridoo!—dijo Mark, echando su cabeza hacia atrás a la vez que cerraba los ojos con cansancio.

Luego de las últimas dos horas de estudio, Mark se dio por vencido, eso era lo máximo que accedía a pasar en ese lugar leyendo y haciendo tareas. Quería irse a su casa.

—Ya nos vamos, ya nos vamos—accedió Jungwoo, tomando unos últimos apuntes.

—¡Yay!

Jungwoo recogió sus cuadernos y ambos salieron del lugar. Pasaron por una cafetería para pedir unas bebidas y esperaron el autobus juntos en la parada, mientras; Mark miraba su reloj y sonreía a la vez que notaba la hora que este marcaba.

—¿Por qué esa sonrisa traviesa?—preguntó Jungwoo, analizándolo—¿Qué tramas?

—¿Yo? Nada...

Otra pregunta iba a salir de los labios de su amigo cuando escucho como dos risas se acercaban a ellos. Entonces las preguntas se contestaron solas.

—Donghyuck te lo digo en serio, jugaste increíble. Me encanto tu anotación.

Ambos posaron su vista en los chicos y la sonrisa de Mark se deformó. Yena, la mejor amiga de Donghyuck.

No le agradaba la chica, sabía de sobra que no era una mala persona... pero los celos siempre estarían en él si ella estaba presente y no podía hacer nada al respecto.

—¿Tú crees? Creo que Johnny juega mejor.

La mirada del canadiense quedó clavada en ambos pero estos no lo notaban aún, estaban muy absortos en su conversación. Mark quería saludarlo pero no tenía voluntad, menos cuando el moreno parecía tan contento con su amiga.

—¡No! Tú eres muchísimo mejor, créeme.

Créele.

Mark los miro unos segundos más, hasta que su autobús llegó y decidió que ya era hora de dejar de verlos, pesadamente subió con Jungwoo siguiendo sus pasos.

Su amigo lo conocía demasiado bien, y sabía cuando el chico estaba triste. Tomó su hombro y le regaló una sonrisa, Mark la imito pero esta no llegaba a sus ojos. Sólo quería llegar a su casa cuanto antes.

Era ese otro día del mes donde se sentía mal consigo mismo por lo ridículo que era, no estaba más el Mark acosador, sólo el chico que verdaderamente tiene  sentimientos por una persona que no le corresponde y el que posiblemente no tenia una simple obsesión, sino un enamoramiento mucho más fuerte de lo que él mismo creía inclusive.

Tenía que hacer algo al respecto.

Donghyuck's Stalker «MarkHyuck»Where stories live. Discover now