¡Gerónimo mi querida Katherine! (11° Doctor y Oc)

20 minutos

La undécima hora (parte 3)

-Primero que todo, sólo yo la puedo llamar Kathy, el resto Kathe o Katherine. Segundo, ¿qué dibujos?

El Doctor no obtuvo respuesta, así que él se sentó en el sofá.

-¡Realmente son ellos!

-Jeff, ¡cállate!-ordenó Amy.-¿20 minutos para qué?

El sonido repetitivo de la frase en la televisión atrajo la atención del Señor del Tiempo.

-La residencia humana. No hablan de tu casa, hablan de tu planeta. En algún lugar de ahí arriba hay una nave espacial. Y va a incinerar el planeta. 20 minutos para el final del mundo.

X

No había tiempo que perder. Cada minuto contaba. Amy, Katherine y el Doctor salieron de esa casa y caminaron por las vacías calles del lugar.

-¿Qué es este lugar?¿Dónde estamos?-preguntó el Doctor.

-Leadworth.

-¿Dónde está el resto?

-Creo que esto es todo-comentó Katherine.

-¿Hay un aeropuerto?

-No-negó Amy.

-¿Una planta de energía?

-No.

-¿Ni siquiera una pequeña?

-No.

-¿La ciudad más cercana?

-Gloucester, a media hora en coche.

-No tenemos media hora, ¿tenemos coche?

-No.

-Bueno, ¡eso es bueno!-dijo con sarcasmo goteando en su voz.-Fantástico, con 20 minutos para salvar el mundo y tengo una oficina de correo. ¡Y está cerrado!-cambió radicalmente de tema señalando una cosa.-¿Qué es eso?

-Es un estanque de patos.

Aunque pareciera surrealista, los tres corrieron al estanque de patos.

-¿Por qué no hay patos?

-No lo sé. Nunca hay patos.

Katherine frunció el ceño.

-¿Entonces cómo sabes que es un estanque de patos?

-Simplemente lo es. ¿Es importante, el estanque de patos?

-No lo sé. ¿Por qué tendría de saberlo?-el Doctor se agarró el pecho adolorido mientras se sentaba cerca del estanque.-Esto es demasiado pronto. No estoy listo, no estoy terminado aún.

Katherine se acercó colocando su mano sobre la frente de este. Estaba ardiendo. Notaba las partículas vibrando. Sí, se estaban reestructurando. Aún necesitaban tiempo.