Capítulo 2

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Desperté por el irritante sonido de la alarma, realmente odio ese tonto aparato, de mala gana me levanté y arreglé recordando que hoy debía ir al internado a ver mi habitación, y otras cosas con Harry, busque mis converse negras, un pantalón ajustado del mismo color y mi polo blanca.

Al estar listo fui hacia la cocina por un plato de leche y cereales, al terminar decidí   llamar a Harry. Lo busque en mi agenda y lo llamé . 1,2,3 pitidos y no contestaba, le volví a marcar y pasó lo mismo 

— Bien, Niall, calma. De seguro esta apunto de llamarte— sentí el sonido de la bocina de un auto a fuera de la casa, era él.

—Dios que susto me diste idiota.  —fruncí el ceño.

— Perdón-  se encogió de hombros- ¿Estás listo? 

—Sí, solo ayúdame a bajarlas por favor- dije haciendo un puchero

—Ya estás grande, tienes 17, puedes hacerlo solo.

— Idiota.

—Me amas

— Claro, bebé- Contesté mientras le guiñaba

Corriendo fui a buscar mis cosas, al cbajar casi  caigo, pero en un movimiento ninja, que ni yo sé como lo hice, logré sostenerme y llegar a salvo, subí las maletas en la parte trasera del auto antes de escuchar una voz a mis espaldas

— ¿No piensas despedirte de tu amada abuela?

— Ya iba, sólo estaba guardando las cosas.  — respondí acercandome- Te extrañare abuela— añadí antes de abrazarla.

— Y yo a ti, Ni. Ahora ve, se les hace tarde.

— Está bien, cuídate mucho, por favor. ¡Adiós!

— ¡Adiós! Por favor usen condón, no quiero vis nietos aún — dijo aun sabiendo que soy gay— y Niall más vale que cuando vuelvas traigas un novio y que este bueno- escuche varias carcajadas de parte de Harry, así que le dí una patada "discretamente".

— Auch— lo escuché quejarse— deberías dejar de ser tan agresivo Ni. Has el amor y no la guerra, bebé— dijo guiñándome  un ojo a lo que yo me sonroje

— Sólo vamos.

El transcurso hacia el aeropuerto fue tranquilo, llegamos en el ultimo minuto, pero no importo, abordamos el avión rumbo a Londres y en unos minutos ya estábamos por los aires.

— Ni, voy a dormir, cualquier cosa importante y que me afecte a mi me despiertas.

— Ajá— respondí viendo el cielo — Adiós vida de mierda-murmuré sabiendo que en este momento me despedía de todas las tragedias y el bullying que sufrí por años.

El internado | ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora