Capítulo 2

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Faltaban dos horas para la fiesta así que me fui a duchar. Me dejé el pelo suelto, y sólo me puse un poco de máscara de pestañas.

¿Qué ropa debe llevar una chica en una fiesta universitaria? Opté por el vestido más nuevo que tenía, era negro y bastante corto. No estaba segura de ponermelo pero al final me arriesgué. Me puse unos tacones negros no muy altos aunque me resultaba dificil andar con ellos. Eché un ultimo vistazo a mi nuevo "look", dios mío, parecía mucho mayor.

Tendría que intentar que mi padre no me viera. Cogí mis zapatos con las manos para no hacer ruido y bajé silenciosamente las escaleras, perfecto, mi padre estaba dormido en el sofá.

Jason me estaba esperando fuera con su furgoneta, era vieja y la pintura estaba desgastada, pero aún recuerdo lo contento que se puso cuando su padre se la regaló. Estubo un mes presumiendo de ella, y me llevaba a todas partes en coche. 

Abrí la puerta y hizo un fuerte chillido. Jason empezó a reir.

-Tendrías que echar aceite.- dije riendo yo también.

-¿Dónde vas tan guapa?- Jay me miró de arriba a abajo. Su expresión era totalmente seria.

-No sabía que ponerme.

-Este vestido es muy corto, deberías ir y cambiarte.

-Jay, arranca.- cruzé mis brazos.

-No hasta que no vuelvas a ser la Nina de siempre. Si vas así todos los tíos se te echaran encima, sólo imaginarmelo me repugna, no sabes lo que pensarían hacerte.

-Entonces iré andando.- bajé del coche y empecé a caminar. ¿Quién se creía que era para decir como debía vestirme? Si los chicos intentaban hacer algo conmigo ya soy mayor para defenderme sola. No necesito a nadie que cuide de mi.

El coche arrancó y se paró delante de mi.

-Sube al coche.

Subí y no dijimos nada más durante todo el trayecto.

Llegamos a la fiesta, dios, aquello era un completo descontrol, había gente borracha por todas partes, no se en que estaba pensando cuando le dije que sí a Jay.

- Mis amigos están adentro, vamos.- lo dijo en un tono seco, nunca lo había visto tan serio. Me cogió de la mano y me guió hasta dentro de la casa.

Había mucha gente bailando al ritmo de la música a todo volumen, todos se veían mayores que yo.

Luca y unos cuantos chicos más estaban en el jardín, había una piscina y gente bañandose en ella, aunque estubieramos en diciembre. Nos acercamos a ellos, Jay los saludo a todos, había un par de chicas que parecían mayores que yo. Una era rubia y llevaba un vestido muy corto y la otra era morena y llevaba unos shorts ajustados. Miraron a Jay de arriba a abajo y las dos sonrieron cómo unas tontas. Jay empezó a hablar con Luca y me dejó al margen de la conversación, genial.

Si Jay iba a ignorarme yo pensaba hacer lo mismo, así que me aparté de su grupo y entré dentro de la casa. Me senté en un sofá, un chico borracho se me acercó y dijo algo inentendible, al cabo de unos minutos se quedó dormido. Quedarme en casa hubiera sido la mejor idea que hubiera podido tener. Fui a la barra que había y pedí una limonada.

-¿Con qué la quieres?- dijo el camarero.

-Sola, gracias.- sonreí forzadamente.

Busqué a Jay con la mirada y lo vi bailando muy arrimado con la chica rubia. Mi hada madrina, y una mierda.

El camarero me sirvió la limonada.

-Pensándomelo mejor, ponmelo con vodka, bien cargado.

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⏰ Last updated: Jan 10, 2015 ⏰

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