III~Ónices, piel morena y magia negra en la noche más oscura de verano.

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//Y del aire cuando pasa por levantarte el cabello,
Y del oro que te viste por amarrarse a tu cuello,
Y del cielo y de la luna porque tú quieras mirarlo,
Hasta del agua que bebes cuando te mojas los labios.//

No tengo la madurez suficiente para conocer el pasado de quienes amo, soy inseguro, ¿y si los demás fueron mejores que yo?
No me veo siendo infiel, por sobre todas las cosas materiales y vanas de esta tierra, la lealtad y la fidelidad son los regalos mas preciosos y puros que le puedo entregar a la persona que mas amo.
Mis ojos no existirán para la belleza de otras almas hermosas, solo para el aura única de su ser moreno y atrevido.

Soy celoso de sus ojos y su mirada, tengo celos de sus labios, su sonrisa me hace ser morir de celos, su piel desnuda y su aura morena, soy celoso de él. Pedazo de tierra donde me sentí seguro. Sus ojos y sus manos, la magia y creación de lo sublime, su arte era una caricia a la mirada.

Los días eran largos y las noches lo eran aún más, yo estaba encantado, sentía que estaba mucho tiempo con él, me sentía rebelde porque él era mayor, veintidós contra diecisiete, siempre usando unos kakis y sus camisas con cuello chino, siempre usando slip on's, era muy Pablo, amaba ver como se recogía el pelo hacia atrás y lo sujetaba con una liga, era lindo y sexy.

Su cuello alargado, con su manzana muy remarcada, la manera en la que sus clavículas se remarcaban cuando se quedaba en camiseta, los pequeños vellos de su pecho, y su mentón de diamante que se me hacía demasiado mordible, todo recubierto en su piel morena, tan deseable y tan excitante, era el dragón enrollado en su brazo o era el colibrí al lado de él, la tinta negra resaltaba tan bien en su delicada piel de canela.

Se dice que la belleza es reconocida a través de la visión, y que el aspecto más atractivo de una persona son sus ojos, sin embargo soy muy distraído y estoy fuera de sintonía, la belleza para mi es representada por la voz y reconozco la belleza a través del oído, las voces cautivantes antes que los rostros hermosos, las voces oscuras antes que un par de ojos azules o verdes, además los prefiero cafés.
De su voz con tintes oscuros salían las palabras más delicadas que alguien me haya dicho alguna vez.
Su suspirar y su gemir, era lo más sagrado que alguna vez mis oídos pudieran escuchar.
Noche oscura pero fue la más cálida y parecía que luciérnagas moradas se acercaban a la habitación.
Sumergirme en el estrago de sus caricias sin poder quitarmelas de la piel. Fueron las delicias de primer amor, y los besos de tonos morenos.

Y así fue la primera vez que el amor me encontró, la primera vez que mi ser tocó a otro ser, la primera vez que mis labios sintieron calor, el palpitar, el respirar y el suspirar de Pablo, su aliento encontrándose con el mío, es algo que hoy en día puedo recordar muy bien.

//Hello Heaven,
You are a tunnel lined with yellow lights
on a dark night.//

Pablo y yo estábamos juntos casi todos los días, el verano estaba entre nosotros, estaba libre de la escuela y el bachillerato. Nunca me interesé en el arte, nunca me llamó la atención la pintura, y nunca creí en las maravillas que las manos humanas pudieran llegar a crear. Pablo cambió eso de mi, desde pintar los suelos de la gran avenida con tizas y pigmentos hasta sus óleos y sus lienzos tan trabajados, siempre dibujando en servilletas y siempre creando formatos y ensayos, era un polímata de la pintura y es que pintaba de todo y en cualquier superficie plana, también esculpía, era brillante y listo, para mi era un genio. Uno de los muchos días salimos a las afueras de la ciudad, al mirador, en la grama me quite el calzado y el también lo hizo, estando descalzos en nuestro pequeño picnic, bailamos y reímos, tocarlo y besarlo, probar sus labios de café era lo mejor del mundo, sentir su olor, era mío y yo era suyo.
-Ponte los zapatos y sígueme solo perdámonos y seamos libres. -dijo permaneciendo en el atardecer y es que quien diría que tocaría el cielo en una noche tan oscura.
-Ok, pero ¿adonde iremos? -le dije con el corazón al punto de una taquicardia, estaba nervioso y sentí algo de miedo.
-Dijiste que confiabas en mi, entonces no hay ningún problema. -exclamó con una voz segura y confiada y un poco aniñada.
-Solo recordá que tengo que regresar antes de las diez a mi casa.
-Me parece muy bien la idea.

Dark Picasso. Where stories live. Discover now