¿Es obvio, quien es el Alfa y quien el Omega ?

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-¿Nos puedes contar ahora que estamos solos cuando te enteraste que eras omega? ¿Y por qué no nos dijiste? ¿Por qué vives con este tipo y sus padres? ¿Quienes son Armando?- dijo Cristián

- Bueno....

-Habla Armando.- dijo Cris suavemente.

- esta bien, fue a principio de año, me levanté en celo, mojado y excitado. Mi padre me ató a la cama durante esos días.- comence.

-¿No dejo que te complacieras? ¿Baños fríos? ¿Supresores?- dijo Tomi.

Negué recordando lo mal que lo pasé.

- Hijo de puta.- susurro Chad.

-no les dije... no les dije por vergüenza. Esto, no quería ser así.
Estuve muy deprimido y luego tuve que entrar al instituto y todo empeoró ahí.- dije por encima.

- El día que fui a comprar supresores me topé con una agradable mujer, era médica. Me vio muy perdido y me invitó a su casa. Me explico como utilizarlos, y me dio varias precauciones, al salir me topé con Marco.- dije incomodo.

- ¿Y se enamoraron al instante?- dijo Cris que es el más romántico.

- Admitire que su aroma me atonto, pero no, Yo... yo me burlaba de Marco por ser más débil en el instituto. Al chocar sentí que era Alfa, y uno muy fuerte. Claro que el no perdió oportunidad y se burló.- dije.

- Bastardo.- susurro mi primo.

-No chicos... ustedes no se imaginan lo mal que me porté con el y su mejor amigo, me merecía mucho más que eso.- dije

- Salí corriendo de ahí confundido y asustado, apenas salido de un celo sin supresores y me olvide en su casa los que acababa de comprar. El me alcanzo y me los devolvió, también se disculpó por averme tratado mal y me acompaño a casa.- dije

- Comence a... sentirme atraído y cada vez que iban a abusar de mi estaba Marco por ahí y me defendía. Mi padre me trataba peor que que un trapo viejo y como ya no le servía hizo una fiesta para buscarme pareja, por casualidad el quería un contrato con los padres de Marco, el los convenció y se comprometió a tenerme a cambio de hacer un gran tratado comercial entre sus empresas.- termine.

- ¿Como te trataron?- dijo mi primo.

-Muy bien en realidad, la atracción con el era fuerte, y pues que les voy a decir... ya ven.- dije apuntando mi marca.

- ¿Te trata bien? ¿No te prives de decirnos la verdad primo?- dijo Chad.

- Chad, estoy muy bien. Me cuesta aceptar esta nueva condición, pero pues... No puedo pedir una mejor pareja.- dije molesto por su insistencia.

- Nunca vamos a juzgarte.- dijo Cris.

- Gracias chicos- les sonrei.

Narra Daniel.

Luego de presentar a Rush a mi hermana, le mostré mi casa y a donde se hospedaria ahora.

Mi hermana Calie sabe quien es Rush, sabe que es mi omega y sabe que hacia consultas médicas con la mafia.
La primera vez que hice una consulta en la mansión estaba empezando mis prácticas.
A mis 18 años comencé las prácticas de mi último año de medicina.
Sisi, soy un niño súper genio. Y cuando entre a mi primera consulta allí, me quedé petrificado.

Un omega de unos 23 años estaba golpeado, tenía hematomas en el abdomen, las costillas rotas. Estaba claramente embarazado, aunque por los golpes era imposible que ese bebé estuviera vivo. El omega abusado era mi destinado.
Lo revisé y constate que el bebé no tenía vida. No sé cómo tranquilice a mi alfa para que no matara a todos.
Tuve que practicarle un legrado, estaba asustado, con mucho dolor y avergonzado.
El sabia que era su alfa y yo que era mi omega.
Segui asistiendo a la mansión para atenderlo a el y luego se fueron sumando más pacientes.
Claro que me di cuenta que eran mafiosos, pero mi omega estaba ahí, entre ellos.
Poco a poco fui creando un vínculo, comenzamos a hablar, nos besamos y segui visitandolo allí. Prometiéndole comprarlo, pero el precio era muy caro.
Y el trato ofrecido era seguir siendo médico de la mafia.
Iba a aceptarlo, solo tenía que hacerme a la idea.
Apareció en mi puerta... solo así.

- ¿Te ayudo?- dijo el omega pelirrojo.

- tu lavas y yo guardo- sugerí.

Me sonrio y acepto.

Lo hicimos rápido.

- Vamos. - dije tomando su mano.

Entramos a mi cuarto y noté su sonrojo. Me senté en la cama y observé la tesion en su cuerpo.

- Ven conmigo bonito- susurre.

Negó.

- lo lamento, no...- dijo incómodo.

- Ven a dormi Rush.- dije enternecido.

- Yo... yo crei que querías sexo.- dijo rodeos.

- Yo quiero que estés a mi lado.- y lo empuje a mis brazos.

Me devolvió el abrazo.

- No puedo creer que estoy contigo.- dijo enterrando su cabeza en mi cuellos.

- Ni yo bonito. Rush, si iba a aceptarlo... te juro que lo iba a hacer. No te podía abandonar, solo que me tomo por sorpresa. Omega eres mío. - susurre.

- ¿En serio? No te hubiera guardado resentimiento Dan, tu estudiaste por tu carrera. Te esforzarte y no era justo...-

- No, no era justo que te dejara allí.- bese su cabeza.

Nos tapamos y dormimos tranquilamente.