¿Es obvio, quien es el Alfa y quien el Omega ?

18

Narra Armando.

Terminamos de comer y quedo al menos la mitad.

Ahora me encuentro agarrado del barandal del balcón arqueado como un gato, Marco me besas desde el cuello hasta la espalda mientras me prepara.

-ohhh yaaa deja de Jugar Alfa.- dije

- Armando no seas aburrido.- dijo dejando besos desde mi cuello hasta el inicio de mis nalgas.

- Ohhh mierda amor, está muy mojado.-dijo besando una de mis nalgas.

- Marcos!- dije avergonzado.

¿Que mierda le pasó a mi alfa?

- ohh amor no te avergüences, no sabes lo que me gusta.- dijo y luego chupo a lo largo de mi trasero.

- pues ya me quedo claro.- dije cerrando fuerte mis ojos cuando sentí su lengua hacerse espacio dentro de mi.

- ohhhh Alfa... más- gemi.

Comenzó a succionar despacio.

-Armando... bebé eres perfecto.- dijo introduciendo un dedo en mi, grite cuando comenzó a moverlo.

- ohh si, sii ahii.-

Introdujo otro dedo en mi trasero e hizo que chupara uno de su otra mano.

Siempre me gustó que las mujeres chuparan mi dedo mientras las preparaba... jamás creí que yo chuparia el dedo mientras me preparan.

🎶🎶Los caminos de la vida,
no son lo que yo esperaba.
No son lo que yo creía,
No son lo que imaginaaabaaaaa.🎶🎶

- ¿Amor?- dijo Marco mientras besaba mi cuello.

- ¿Que?- dije confundido.

-Que te sostengas bien de la baranda, no vayas a resbalar.- susurro en mi oído.

- ¿Que haces?- dije agarrando fuerte la baranda por el vértigo, cuando me dio la vuelta e hizo que enredara mis piernas en su cadera.

- Amor quiero ver cada gesto que hagas- dijo y junto nuestros labios.

Alineó su miembro en mi ahugero y comenzó a penetrarme.

- sii... ohh más.- dije apretando más mis piernas en su cadera.

Aumento más el ritmo haciéndome gemir.

Se deslizó fuera de mi.

- ¿Marco que haces?- dije frustrado.

- tu vas a acabar encima de mi.- dijo y se acostó a lo largo con los brazo en su cabeza y sonriendome de lado.

- Ohh Marco creo que acabo de mojarme otra vez.- dije embobado.

Me ayudó sentarme encima de él y sostuvo su miembro para que yo pudiera montarlo.

- Ohh...- gemi cuando entro.

- Mierda, no pueden verte más sensual.- dijo sosteniendo mis caderas y dándome más estabilidad.

- mmmm...- me quejé debido a que lo metio de golpe hasta la mitad.

- Ve lento, no tenemos prisa y no quiero que te lastimes.- dijo Marco, sin embargo su cuello estaba rojo y el agarre en mi cadera se hizo más fuerte.

Apreté los ojos y terminé de meter lo que restaba.

-no, no te vas a lastimar.- dijo intentando sostenerme.

- Ohhh mierda- dije enterrandome en su cuello.

- ¿Por qué eres tan terco?- dijo acariciando mis costados y besando mi cuello.

- espe...espera por que me duele- susurre.