Capítulo Doce.

3.5K 325 8
                                    

—¿D-Disgusto? —cuestioné temblorosa y confundida, pero de pronto mi bombilla se encendió ¿Acaso sigue enojado por lo de Christian? ¿Fingió superarlo? No, espera, nunca me dio indicios de haberse calmado. Ya se me hacía extraño su agresividad cuando se lo estaba mamando, por fin entiendo la razón de sus fuertes embestidas o la forma en que me hundía para ahogarme. Me siento como una imbécil por no haberme dado cuenta, ¿¡Pero como mierda iba saber!? Estaba tan entretenida en su pene, probando cosas que vi en Internet para hacerlo sentir bien.

—Perdón, aunque quiera evitarlo; no soy bueno olvidando las cosas, sin importar que, todo vuelve a mi como un boomerang —susurró tratando de contener su enojo, cerré los ojos con fuerza cuando apretó una de mis nalgas, con una rabia que creo que su objetivo era estallarla.

—Johan… ¿No te lo había dicho? Nunca me interesaré en alguien que no seas tú, entonces… ¿A que se debe tu disgustó? —interrogué tratando de calmar mi respiración, sigo sin poder creer lo que está pasando aquí, ¿Piensa darme nalgadas solo por su molestia?

—Mi disgusto… —mis nervios se pusieron de punta cuando miró al techo pensativo, me da ansiedad su paciencia, se ve muy falsa —No puedo darle un solo motivo, porque hay muchas razones que dejé pasar por hacerme el bueno, y quizás ahora quieren salir porque estoy ebrio —acercó su pelvis a mi trasero, contraje mi cuerpo debido a lo sensible que está, siento sus huevos tocar mi culo, mientras que su pene reposa en mi espalda baja —Cómo cuando te me declaraste… si, acepto que mi reacción no fue la mejor pero cuando llegué a casa, los vi… te vi hablando como si la noche anterior no le hubieras dicho tus sentimientos a alguien, ¿Sabes como me hizo sentir eso?

Molesto…

¿PERO QUE IBA A SABER? No es como si le hubiera pedido a Christian que me hablara al día siguiente.

—Quise dejarlo pasar, pero después escuché al mismo tipo decir que pasaría más tiempo contigo para robar tu paciencia. Eso hizo preguntarme, ¿Hablaron días anteriores? ¿O porque ese sinvergüenza tiene tanta confianza en ti para decir semejantes estupideces? —pronunció entre sus dientes apretados, sorprendida abrí la boca levemente, cuando lo dice de esa forma provoca que me enoje conmigo misma —Y hoy, la mierda que te dijo, fue la gota que rebasó el vaso, ¿Y sabes que es lo extraño? —jaló mi cabello débilmente, hice una mueca de dolor, mi cuero cabelludo me mata —Que lo excusaste diciendo que no podías ponerle limite a alguien que solo te quiere ayudar…

—No es…

Chillé adolorida cuando de repente sentí un azote, gracias al terrible ardor que me dejó quise levantarme a la fuerza, pero enojado me mantuvo sometida, hasta fue capaz de susurrarme algo molesto antes de volverme azotar, tan duro que mi nalga rebotó.

—Duele, ¿No es así? Pero si te duele ¿Por qué estás tan mojada? Cualquiera pensaría que me estas invitando a entrar —con sus huevos me dio una pequeña embestida, solté un gemido de placer pero avergonzada hundí mi cabeza en la sábana, ¡No quiero que piense que me gusta ser golpeada! —Veamos si me dejas pasar…

—Agh, Johan…—respiro profundo mientras contraigo mi cuerpo violentamente, ¡¿Por qué hace esto de repente!? Hace unos segundos estaba molesto y ahora se está adentrando en mi, es tan inesperado que no me lo creo.

—¿Qué es esto? A pesar de estar goteando sigues absurdamente apretada —susurró, ya adentro, chillé respirando agitadamente, no puedo acostumbrarme a esta sensación, sentir como mi piel se estira para recibirlo—¿Y así quieres que mi verga entre en ti? Mis dedos ni siquiera pueden moverse con libertad —afirmó masajeando mis paredes con la yemas de sus dedos, delicadamente, como si no tuviera prisa, gemí encogiendo mi cuerpo, arañando la sábana, babeando por lo pasivo y agresivo de sus movimientos.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now