todos los sábados del mundo

edificios de guerras.

algún día
quizás pueda convertirme en esa romántica desesperada y poética de la que yo tanto hablo y que vos siempre esperaste.
quizás pudiera ser una estrella de cine
y tus ojos serían la pantalla que me guarda,
como si las mariposas entraran por mi estómago y robaran mi alma en vez de mi corazón.
yo te daría todo lo que soy
pero vos querés de mí todo lo que sé,
y es que todos esos hombres y amigas falsas y bares nunca sabrán
que cuando vuelvo a recostarme sobre el calor de la mañana agitada como las brumas de un río cauteloso
te encuentro y te guardo muy cerca de mí pecho
donde sé que nadie te va a poder encontrar,
donde sé que pocos podrán llegar a tocar
y en eso te recuerdo un poco más
como una creación de mi mente o de mi corazón;
cantas en un mis oídos con un sonido de mentira esa canción que alguien nunca escribiría para mí
pero podríamos arriesgarnos en el intento de creer que todo lo que se hizo para los otros es nuestro.
yo sé que te quiero
solamente buscaré sacarte de mi pecho una tarde muy calurosa,
ya no creo que me importen las canciones que desafinan el oído de lo que conozco, pero estarás en mis brazos,
y todos sus ojos serán como esos edificios de guerras de amores pasados que deleitamos al pasar,
absorberán nuestro amor como yo absorbí el odio de sus rostros sin pensar
porque el sol que se esconde en algún mar no es siquiera tan precioso como el que se esconde en tus ojos,
azules como los de dylan,
te sacaré de mi pecho
y cantaras como él un rato milenario,
lo suficiente como para hacer a una mujer llorar.

hora indefinida.
3.07

había publicado este escrito en mi otro libro de poesía pero dsps lo borré juas