todos los sábados del mundo

sobre estas mujeres tristes

porqué has de caerte
cada vez hay más claridad en tu ser
de vuelta sos lo que nunca pudiste tener
te volviste esclava de los lugares donde estuviste
pero nadie te va a sacar de ahí.

ahora la luz ilumina la ventana en verano
y nunca nadie podría salvarte otra vez,
estuviste demasiado tiempo jugando a ser el querer de los demás
ya no hay nada para vos en un mundo al que lo mueve la superficialidad
podrás adivinarte volviendo despacio sobre la ciudad
pero los domingos no serán azules nunca más

cuando será el día que todos ellos se den cuenta que lo que en realidad importa es la manera en la que el mundo nos necesita
y no lo que los otros tienen para ver de nuestro ser
entramos al cuarto volando bajo, muy bajo
y en los carteles de la autopista los ángeles que vuelan cerca de la tierra van a escribir nuestros nombres
nosotros no vamos a volver
seguiremos adelante tanto como el universo lo permita
la piel se nos va a teñir de miel
y ya no vamos a temer estar lejos de casa
vamos a sellar los ojos contra el pavimento de un nuevo mundo
soñaremos con los días a los que nunca quisiéramos volver
y el día se convertirá en una manera de soñar también
porque si tenemos voz cantaremos todo lo que nos queda

es que yo no sé si no me voy a sentir sola de nuevo
por eso vayamos en busca de lo que nunca tuvo nombre
saltemos de vuelta sobre los tejados de las casas
como solíamos hacerlo esa mitad tan movida de ese año
donde no sabíamos donde íbamos
y yo me conmovía pensando en lo que vendría

no estaba equivocada
el tiempo es tiempo
pero es más difícil olvidarse cómo ver
es más difícil olvidarse cómo volver
supongamos que este lugar nunca más lo vas a aborrecer
los viernes serán otro día de la semana, te lo puedo prometer
no va a haber un día que te falte nada si con el tiempo aprendemos a jugar otra vez
contemplemos
que acá ya no hay nada para ver

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