De paso por tate no yuusha

Llegada de la primera ola: parte 2

En un claro se empezó a formar una luz amarilla de la cual aparecieron los héroes que iban a enfrentar la ola.

Al momento de llegar nos dirigimos rápidamente al pueblo antes de que los monstruos llegaran y empezaran a causar destrozos, la ola ya había comenzado por lo que los enemigos estaban saliendo de la grieta, dirigiéndose a la dirección del pueblo.

Debido a la reacción rápida que tuvimos llegamos antes, viendo cómo las familias empezaban a evacuar de a poco la zona, mientras que los que podían tomaban diferentes objetos con los que defenderse, ya sean rastrillos, palas, piedras, etc.

-¡Rápido reúnan a todos y llevenlos a la cueva donde estaba el monstruo perro de dos cabezas, ahi estarán más seguros, yo me encargaré de los monstruos en lo que regresan!

Las chicas solo asintieron para irse rápidamente a hacer lo pedido.

-Bueno solo somos un montón de monstruos y yo...
¿Que puede salir mal? Decía mientras cambiaba al escudo circular.

Del cielo empezaron a caer miles de zombies, esqueletos y abispas. Empezando a buscar personas a las que atacar, lo bueno, el pueblo estaba casi vacío así que no atacarían a las personas, lo malo, eso significaba que solo me atacarían a mi.

Los primeros en lanzarse fueron los esqueletos que corrieron para intentar cortarme con sus espadas, los ataques los podía bloquear sin muchos problemas con el escudo, su gran tamaño era una buena ventaja en esta situación.

Cuando notaba alguna apertura después de cada bloqueo hundía mi espada para deshacerme de los enemigos, después de cada ataque me movía rápidamente a otra posición para evitar ser acorralado.Por fortuna los podía engañar sin muchos problemas, no parecían tener mucha inteligencia como para deducir mi patrón de movimiento.

Aunque mi relativa calma no duró mucho pues pude ver que a lo lejos se empezaban a acercar los pesos pesados. Avispas del tamaño de un jodido televisor de 35 pulgadas seguramente, esqueletos con armadura pesadas, zombies mamadisimos con mazos. Lo único que evitaba que los dos últimos llegaran, eran todos sus compañeros que estaban haciendo fila para matarme.

-Bueno nunca me gustó esa torre.
¡¡Escudo de aire!!

Aproveche para crear una plataforma y subir de un salto al techo de una casa semi destruida, no me preocupaba dañar la estructura del pueblo, después podría restaurarla sin problemas.

En mi camino cree una antorcha improvisada igual que Naofumi, tomando un trozo de madera una de las casas y prendiendole fuego en unos escombros en llamas de mi camino.

Cuando llegue a la torre de madera me subí rápidamente y tiré el aceite por todo el lugar, estaba echando el líquido cuando la torre se sacudió.

-Hijos de perra, por que no podían ser más lentos.

Deje caer la antorcha y salte de la torre

(M*erda no me dio tiempo de pensar en el aterrizaje)

-¡¡¡ECHEN PAJAAAAAAAAAAA!!!

Antes de volverme una tortilla humana fui salvado por Rifana, que me dejó en el suelo junto a Raphtalia.

-Se demoraron ¿no?

-Ni tanto
-Ni tanto

Nuestra plática se vio interrumpida por la presencia de los enemigos que habían sido atraídos por el ruido de mi grito y la torre callando. Nos pusimos en pose defensiva para repelerlos pero por fortuna vi como empezaban a caer unas luces del cielo.

-Ya era hora. Mencione mientras creaba un escudo de aire arriba nuestro para protegernos del ataque. Cuando cesaron los proyectiles el escudo verde desapareció, permitiéndonos ver a los guardias acercándose mientras su capitán hablaba.