❪ 45. ADDICTIONS ❫

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❪ cherry. ❫

—¿CÓMO ESTÁ ELLA? —pregunte, con mi mano apoyada en una de las paredes y la otra envolviendo mi abdomen, como si eso fuera a disipar un poco el dolor que tenía. Mamá me sonrió de manera dulce, girando a observarme.

—Ella estará bien, cariño. Tu deberías descansar —negué cuando note sus intenciones de llevarme de nuevo a mi habitación

—Necesito caminar, estoy cansada de solo estar recostada —sonreí ligeramente aguantando el dolor, mamá asintió y se alejo para responder algunas preguntas que lanzaba Luther sobre el estado de Allison

Por su puesto que no estaba cansada de estar acostada en mi cama, jamás lo estaría, pero la sensación de estar sola era lo que no me gustaba. Toda mi vida había estado acompañada y tan repentinamente tener que estar en mi habitación sin nadie más me hacía sentir incómoda. No sabía donde estaba Ben y no quería molestarlo, además de que las voces de las almas en pena solían hacer mucho ruido cuando trataba de hacer algo más

Pase por la cocina cuando una sombra parecía correr escondiéndose en la sala de estar. Fruncí el ceño y mis deseos de acercarme aumentaron cuando se volvió a ver pero ahora dirigiéndose a el comedor, cuando caminaba hacia allá un ruido de algo caer se escuchó de arriba. Tal vez en las habitaciones, tenía que averiguarlo.

Salí de ahí a pasos lentos tratando de aguantar el ardor que daba el roce de las vendas con las heridas que tenía por casi todo el cuerpo, el dolor de cabeza no disminuía así que me vi obligada a subir una vez más y tratar de pasar desapercibida por los fantasmas, con la idea de seguir aquella sombra

—No hay señales de Vanya —la voz de Diego llamo mi atención, apresure mis pasos hasta dar con ellos, mire confundida que solo fueran mis hermanos. Tal vez la sombra solo era parte de mi imaginación —No está en las habitaciones

—Tampoco abajo —llego Klaus llamando mi atención, se coloco a mi lado estirando su mano a Diego

—Bueno, yo me voy —dio unos golpecitos en el hombro de Klaus

—¿A dónde vas? —llame su atención, logrando que el moreno me mirará —Vanya sigue afuera, al igual que Hazel y Cha-Cha —hable desconcertada

—Lo se, iré por mis cosas y me iré de aquí —paso por enfrente de mi —Tengo asuntos con esos dos —paso una vez más frente a nosotros, esta vez perdiéndose por el pasillo

—Cuando papá hablo contigo —la voz de Cinco me hizo sobresaltar, aunque se dirigía a Klaus—¿Hablo algo sobre el apocalipsis? ¿Alguna pista sobre como paso? —pregunto recargandose en la pared que tenía detrás de él

—Sin pistas, una increíble afeitada pero ni una sola pista —menciono Klaus, Cinco suspiro frustrado con aquella respuesta —Ahora que lo pienso —llamo nuestra atención una vez más el mas alto —Si menciono algo sobre mi potencial y como apenas rasguñe la superficie de mi —lo observé confundida, tratando de comprender de mejor manera sus palabras. Cinco parecía ignorarlo

—¿Cómo es que sabía del apocalipsis? —camino de vuelta a las escaleras, Klaus y yo lo seguimos por detrás mientras mi hermano seguía hablando sobre su potencial

—No lo se pero, oye, todo es cuestión de como lograste saltar en el tiempo... ¿Có-Cómo sabías que podías hacerlo? —pregunto el castaño deteniendolo cuando llegamos al final de la escalera

—No lo sabía —se limito a responder Cinco —Te darías cuentas si estuvieras sobrio —solte una leve carcajada con lo último, ganandome un golpe en el brazo de parte de Klaus, al instante me queje, todo mi cuerpo seguía doliendo.

—¡Oye! Estoy sobrio, lo he estado por... ¿Dos días? Casi dos días ahora —se quejó

—Si, dos días —Cinco rodó los ojos girándose a mirarnos

—Se sienten como cuarenta y cinco años —bufo Klaus, negué sabiendo que hacía referencia a los años que Cinco había estado perdido en el tiempo.

—¿A quien engañas Klaus? Te he visto inquieto todo el día —reclamo Cinco entrecerrado su ojos

—Los tres luchamos contra las adicciones, entonces —se acerco al más bajito de forma retadora.

—No soy adicto —nego Cinco

—Sinceramente no se a que te refieres, Klaus —jugue con un mechón de mi cabello evitando su mirada burlona

—Claro que lo son, tu —se dirigió a Cinco —Eres adicto a una droga llamada apocalipsis y ciertamente obsesionado con... —giro hacia mi, señalandome con la mirada —Y hermana, ya te dije que no estés usando esos parches de cafeína, ¿por qué no pruebas con marihuana? —rode los ojos a la par que negaba, Klaus estaba mal

—No lo soy, ni lo estoy —nego Cinco una vez más

—Primera señal, negación —se burló Klaus caminando a otro lado, me sujeto por los hombros llevándome con el cuando Cinco apareció frente nuestro

—Tu y yo no somos iguales —apunto molesto

—He visto esa mirada antes... En los ojos de alguien que no sabe quién es, sin tener su droga. Confía en mí, tienes que dejarlo ir —hablo sorprendentemente calmado, miró a Cinco con pena en sus ojos, cosa que lo hizo enojarse aún más

Saco el ojos de su bolsillo y lo arrojó contra una pared haciéndome sobresaltar por el ruido que había provocado al estrellarse haciendo que los pedazos volarán

Se alejo de ahí a pasos rapidos. Hice una mueca girando a ver a Klaus, se había pasado un poco pero al final tenía toda la razón.

Cinco era adicto a salvar al mundo.

¹ 𝗖𝗢𝗙𝗙𝗘𝗘 | cinco hargreeves (reescribiendo)Where stories live. Discover now