Demonios Rojos. Libro 1.

Capítulo 4

>> ¡Me está besando! << Pienso sin poder creerlo, en el momento que coloca su otra mano en mi mejilla me dejo llevar, coloco mis manos en su cabello. Cuando nos separamos lo miro aturdida. Me había gustado, pero no sabía que ¿le gustara? Llevo mi mano a mis labios, se sentía como un sueño.

-Lo siento. –dice susurrando con arrepentimiento.

-N-No...es-est-ta bien. –siento mis mejillas arder y mi corazón latir fuertemente, hay un mar de sentimientos dentro de mí que quiere desbordarse, sin embargo, mis demonios estaban a flote. Él pone el carro en marcha y luego estaciona detrás de los demás, creo que aún seguía en shock.

-Sammy, en serio, lo siento...yo, no...no te lo dije por miedo a que nuestra amistad se dañara, solo por favor di algo. –lo miro, está preocupado y ansioso.

-Yo...emm... - >>Sentimos lo mismo<< -Me acabo de dar cuenta de algo. –se preocupa aún más.

-Lo sien...-me acerco y lo beso, él me sigue. Nos separamos al escuchar que Tom nos dice algo que anda mal y que nos coloquemos las máscaras, me mira entre feliz y sorprendido.

-¿Qué tal si después hablamos con calma sobre esto? –digo y él asiente sonriendo.

-Como diga, jefa. –me río y contesta. –Aquí carro 3, copiado y listo, tendremos cuidado, estamos tras de ustedes. –nos colocamos las máscaras para bajarnos, pasamos por un lado del carro donde Lol y Ryan estaban y la veo sentada, absorta de todo.

Cuando entramos a la casa vemos a los demás, Tom nos da una señal para que subamos a investigar, todo está hecho un desastre, papeles regados, sillas destrozadas, entre muchas cosas más, subo al segundo piso para ver mi cuarto-oficina y la puerta está destrozada como todo lo demás. Me acerco al escritorio que está ahí y busco un collar que Max me había regalado hace tiempo, busco entre los cajones y no está. >> ¡Maldita sea, se lo llevaron! << tiro el cajón y uno de mis libros cae, específicamente el de Romeo y Julieta, se abre dejando mostrar una notita, la recojo para leerla.

"Es mejor que cuides tus pasos, mi amor, se me haría muy fácil tenerte a mi lado... aunque nuestro amor es como el de Romeo y Julieta, yo soy tú Romeo y tú mi querida Julieta, solo mía.

Tú, mi chica del suéter con capucha verde, recuérdalo, solo mía, muy pronto serás mía. Cuídate corazón, te veré muy pronto y tus malditos amiguitos me la pagarán"

>> ¿¡Pero qué!? ¿¡Cómo se atreve ese desgraciado!? ¡Estoy un 100% segura de que el maldito de Dan, no me cabe duda alguna! << Me volteo y Max entra.

-¿Todo bien por aquí, enana? –escondo la nota tras de mí espalda, pero se da cuenta. - ¿Qué escondes ahí?

-¿Qué? No, nada, solo...estoy viendo las cosas rotas. No hay nadie en la casa, además todo quedó destruido. –digo y trato de arrugar el papel sin hacer mucho ruido, él me mira con ironía.

-¿Me vas a mentir? ¿En serio? –dice y me alejo. Él se quita la máscara y se acerca a mí, intenta quitarme el papel. –Sam...

-No, no tengo...-me quita el papel, intento quitárselo, pero no me deja. >>Maldita sea...<< pienso. –Dámelo...-digo y está tenso. –Max...

-Tengo un asunto que arreglar. –va a salir y lo detengo, lo escucho suspirar.

-No te vayas, por favor.

-Bien, no iré a ningún lado. –me mira. –Solo debes tener en cuenta que no puedes estar sola.

-Lo sé, sin embargo estoy armada. –suspira nuevamente. –Bien, no estaré sola, pero no le digas a los chicos.